El Colegio de Enfermería de Alicante
quiere expresar su gratitud y satisfacción por el anuncio de la concesión a los
profesionales sanitarios que trabajan en primera línea contra el COVID-19 del
Premio Princesa de Asturias de la Concordia en reconocimiento a su trabajo
durante la actual pandemia.
Un trabajo que, como es sabido, se ha
desarrollado en unas condiciones muy desfavorables haciendo necesario un mayor
esfuerzo y sacrificio en todos los sentidos por los integrantes de las
diferentes profesiones sanitarias españolas.
Desde el Colegio de Enfermería de
Alicante se quiere expresar el deseo de que la concesión de este premio se vea
correspondida desde las diferentes administraciones en mejorar las condiciones
de trabajo de los profesionales sanitarios en general y de las enfermeras en
particular, reforzando el sistema de acuerdo a las reivindicaciones que día a
día se demandan desde las entidades representativas del sector.
Tal y como indica la nota
de prensa difundida por la Fundación Princesa de Asturias, encargada
de otorgar este premio, “los profesionales sanitarios españoles en contacto
directo con los pacientes afectados por la COVID-19 conforman la primera línea
en la lucha contra esta enfermedad en nuestro país y han demostrado, desde que
empezó esta emergencia sanitaria, un encomiable nivel de profesionalidad y
compromiso. Expuestos a una alta y agresiva carga viral, su entrega incondicional,
haciendo frente a largas jornadas de trabajo sin contar, en ocasiones, con el
equipamiento y los medios materiales adecuados, según quejas de organizaciones
profesionales y sindicales del sector, representa un ejercicio de vocación de
servicio y de ejemplaridad ciudadana. Con un espíritu de sacrificio personal
sobresaliente en favor de la salud pública y del bienestar del conjunto de la
sociedad, se han convertido ya en un símbolo de la lucha contra la mayor
pandemia global que ha asolado a la humanidad en el último siglo”.
El comunicado añade que “los
profesionales de la Medicina, la Enfermería, los auxiliares y el resto del
personal del sistema sanitario que han atendido directamente a los pacientes
contagiados y han realizado su labor en los principales focos de lucha contra
la enfermedad del coronavirus ofrecen, con el desempeño de su trabajo, un
ejemplo de los valores más estimables del ser humano. Desde los centros de
atención primaria hasta los grandes complejos hospitalarios, tanto públicos
como privados, este amplio grupo se ha colocado en la vanguardia de un combate
en el que están implicadas, de forma intensa, otras organizaciones, empresas y,
de una manera también especial, el Ejército y las fuerzas y cuerpos de
seguridad del Estado. El esfuerzo de los sanitarios españoles contra la
COVID-19 ha permitido atender un número de casos de pacientes infectados y
víctimas mortales muy elevado, realizando incluso, más allá de sus
obligaciones, una labor de profunda humanidad al acompañar a enfermos ingresados
y a personas cuyos familiares no podían estar presentes en sus últimas horas de
vida. Esa responsabilidad ha puesto en riesgo su propia salud personal, hasta
el punto de ser el colectivo más afectado por la pandemia en nuestro país,
alcanzando los más de 50.000 infectados y más de 60 fallecidos, según datos
facilitados por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias”.
Esta candidatura ha sido propuesta por
Ginés Morata, Pedro Miguel Echenique Landiríbar y Sir Salvador Moncada, Premio
Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2007, 1998 y 1990,
respectivamente.
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