El consumo de tabaco triplica la probabilidad de sufrir un cáncer de vejiga, el cuarto tumor más detectado en hombres y el octavo en mujeres, y cuyo diagnóstico temprano es esencial para un buen pronóstico y una mayor posibilidad de curación, según advierte a EFE el jefe clínico de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), Miguel Ángel Climent. EFE/ Biel Aliño
El consumo de tabaco triplica la probabilidad de sufrir un cáncer de vejiga, el cuarto tumor más detectado en hombres y el octavo en mujeres, y en el que el diagnóstico temprano es esencial para un buen pronóstico y una mayor posibilidad de curación.
Así lo ha advertido en declaraciones a EFE el jefe clínico de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), Miguel Ángel Climent, quien con motivo de la celebración del Día Mundial sin Tabaco ha señalado que el impacto del tabaco en este tipo de tumor es tan determinante como en el cáncer de pulmón.
Aunque el tabaco es un factor de riesgo común a otros tipos de cáncer y enfermedades, como los de pulmón, garganta, faringe o boca, en el caso del cáncer de vejiga los más de 60 productos carcinógenos que contiene cada cigarrillo son absorbidos por la sangre y eliminados a través de la orina.
La función de la vejiga es eliminar, a través de la orina, los residuos que ha generado el cuerpo, así como los elementos tóxicos que han entrado en el organismo. Eso provoca que durante el tiempo en que la orina esta almacenada en la vejiga, esos tóxicos están en contacto con las células que forman parte de la pared de la vía urinaria.
PRINCIPAL SÍNTOMA: ORINAR SANGRE
En 2023 se estima que en España cerca de 22.000 personas serán diagnosticadas con cáncer de vejiga, cuyo principal síntoma es orinar sangre (hematuria), indica el experto, que añade que aunque sangrar o tener molestias al miccionar también puede ser debido a la presencia de una piedra o una infección de orina, si ocurre es necesario acudir al especialistas, hacerse las pruebas pertinentes y descartar patologías benignas y también malignas.
Aunque históricamente ha sido un cáncer que ha afecta más a los hombres, al estar "muy asociado", entre otras cosas, al consumo de tabaco, últimamente "cada vez vemos más cánceres de vejiga en mujeres por la ampliación del hábito tabáquico a la población femenina".
Además del tabaco, otros factores de riesgo del cáncer de vejiga, que se encuentra entre los cinco tumores con mayor incidencia -el cuarto en el caso de los hombres y el octavo en las mujeres-, son la exposición laboral a determinadas sustancias químicas industriales, el humo ambiental o la contaminación en las ciudades.
"El tabaco no tiene la culpa de todo, pero evidentemente tiene mucha", ha subrayado para añadir que cuanto más mayor es una persona "hay más posibilidad de sufrir algún tumor porque también ha sido más larga la exposición" a los distintos canceríenos.
El oncólogo ha subrayado que al dejar de fumar disminuye la exposición a los cangerígenos del tabaco y un fumador que ha dejado el hábito puede llegar en unos años a tener casi el mismo riesgo que la población que no fuma, e incluso en los casos de cáncer metastásico "dejar de fumar mejora la supervivencia".
Un 70 % SON TUMORES NO INFILTRANTES
Según explica, alrededor de un 70 por ciento de los diagnósticos suele ser un tumor que se denomina "no infiltrante", que está en la vejiga y es maligno pero no ha llegado a infiltrar y tener capacidad para hacer metástatis.
"Son tumores superficiales que muchas veces se tratan con una resección transuretral, con un tubito que se mete en la vejiga y el tumor se quita, se reseca, y con eso muchas veces ya es suficiente. Luego habrá que hacer controles", señala.
En otro 20 o 30 por ciento de los casos los tumores son infiltrantes -ya tienen la capacidad de producir metástasis-, y algunos de ellos cuando se diagnostican "desgraciadamente" ya han metastatizado.
Son tumores "mucho más serios" que a veces hay que tratar con quimioterapia neoadyuvante, radioterapia y con una cirugía radical como la cistectomía (extirpar parte o toda la vejiga).
SUPERVIVENCIA
Respecto a la supervivencia en este tipo de cáncer, señala que depende del estadio de la enfermedad y del momento en cual se haga el diagnostico, y en los tumores superficiales la supervivencia "es muy prolongada, del 100 % si se reseca y con los controles habituales".
En el caso de los tumores infiltrantes, y dependiendo de las capas de la vejiga a las que haya afectado, la supervivencia a cinco años está en alrededor del 50 por ciento, y en los pacientes metastásicos es de cerca de dos años con los tratamientos actuales.
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