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Late el corazón
de Podemos, late en cada una de nosotras y nosotros; estos atrevidos
indivíduos que desde todas las Españas venimos a desafiar la forma
tradicional de hacer Política. Sí, en mayúsculas, porque es ella
la que permite que las cosas cambien, que se escuche la voz del
pueblo, que se puedan decir todas esas cosas que jamás debieron
enterrarse bajo el manto del progreso. Desde esa tribuna que parecía
el coto de caza de quienes han sucumbido a la corrupción, esa
tribuna que era la zona segura donde mecer al poder, tribuna que ha
sido ultrajada año trás año para proteger el olvido. El olvido de
un tiempo en el que fué realidad ser y sentirse libres. Nacimos para
cambiar el rumbo de nuestra historia y lo haremos sobre el sustento
de los verdaderos pilares de una sociedad sana. La que merece tener
la mejor Educación (derogando la actual LOMCE que fué impuesta en
contra de la comunidad educativa), la mejor Sanidad Pública
“desprivatizando”gestiones y servicios en nuestros hospitales,
centros de especialidades y de atención primaria y devolviendo la
dignidad a los usuarios (para que dejemos de ser tan solo números
que dejan más o menos beneficio). Una sociedad que merece Justicia
Universal real eficaz e independiente. Nacimos para conseguir que la
reforma laboral de 2012 sea una pesadilla con un punto y final. Esa
reforma que ha provocado tanta precariedad, tanta injusticia y
desaliento y tanto exilio forzoso. El corazón de Podemos late y lo
hace con fuerza a pesar del ímpetu con el que intentan provocarnos
el mayor mal: romperlo en pedazos. No lo van a conseguir, porque en
este latir están todas las mujeres que han sufrido y sufren esa
violencia machista que no cesa; nuestras mujeres y sus hijas e hijos,
junto a las que gritamos con fuerza ¡¡¡Basta Ya!!! Mujeres que
huyendo de su agresor pierden su trabajo, su familia, sus amistades,
su casa... Gobiernos infames formados por mujeres y hombres
insensibles que a lo largo de esta democracia han mirado hacia otro
lado. ¡¡¡Es cuestión de Estado!!! Tener el corazón de Podemos es
encontrar a gente como yo en cada lugar que visito. Sentimos la
necesidad de estar al lado del oprimido, ser su voz; somos la gente
que no se esconde, que demuestra voluntad sin fín para el trabajo y
vive la humildad debida a quienes le han dado su voto. Somos la gente
que sonríe porque sabemos que la belleza de nuestro dia a dia es la
pluralidad de opiniones. Creemos en la diversidad y el respeto. Eso
que a otros les gustaría fuese el final, es para nosotros una
lección más para seguir creciendo en nuestro proyecto. El corazón
de Podemos no va a detenerse porque es el de Todos.