El centrocampista portugués del Villarreal Bruno Fernandes. EFE/Domenech Castelló/Archivo La crisis de la pandemia del coronavirus ha frenado la mejoría de la
lesión del capitán del Villarreal, Bruno Soriano, que se encontraba en
un momento clave de la recuperación de la dolencia que le mantiene
alejado de los terrenos de juego desde hace casi tres años.
El
jugador había acumulado antes de la interrupción de los entrenamientos
colectivos varias sesiones de trabajo con el resto del grupo hasta el
punto de que su compañero Manu Trigueros había señalado a EFE que Bruno
ya estaba muy cerca de poder regresar y que ahora debía esperar a que la
situación se solvente.
El último partido de Bruno Soriano con el
Villarreal fue el correspondiente a la última jornada de la Liga
2016-2017, que se jugó en mayo de 2017.
Una operación de
osteofito en tuberosidad anterior tibial que debía haberle dejado fuera
del equipo durante tres meses todavía no le ha permitido regresar. Tras
dos años de calvario, el jugador fue operado del tendón rotuliano este
verano por el doctor Sakari Orava.
Tras la operación, los
servicios médicos del club aseguraron que se había logrado que remitiera
el dolor que le impedía trabajar, por lo que se abría una puerta al
optimismo y que en noviembre del pasado año se podía producir la vuelta a
los encuentros del jugador, pero otras molestias y problemas retrasaron
ese posible regreso.
Sin embargo, desde febrero las incursiones
de Bruno en las sesiones eran cada vez más habituales hasta el punto de
llegar a ser más intensas al final del mes y el comienzo de marzo. Por
ello, parecía que el jugador había logrado una continuidad que generaba
optimismo, pero que el coronavirus ha frenado otra vez.
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