José Luis de Tomás. Foto: EPDA.
El Cronista Oficial de
Manises, José Luis de Tomás García, ha conseguido que su novela El reposo del
tiempo sea admirada en unos premios que conjugan el éxito de lectores con el de
la crítica, y a los que concurren escritores de todo el mundo, ya que la obra de
De Tomás ha quedado finalista en el prestigioso premio Azorín de Novela 2012,
al que se han presentado un total de 99 novelas. El alcalde de Manises,
Francisco Izquierdo, le ha transmitido su felicitación.
La novela, que el autor,
que fue Inspector de Policía en el Cuerpo General de Policía, escribió hace
unos años, trata un tema que fascina a De Tomás y lo envuelve con aquello que
el escritor hace primar en sus obras, la forma, la belleza de un lenguaje
cuidado y desconocido, aquel que, como el propio De Tomás afirma, se habla “tierras
adentro. La novela “El reposo del tiempo” la escribí hace unos cuatro o cinco
años. Y, para ello, estuve unos días conviviendo con varios pastores de un
pueblecito de Cuenca, tierras adentro, como escribí mi anterior novela, “Piedra
de sal”. Es un pueblo muy pequeño, como tantos otros, tendido a los pies de la
iglesia con mansedumbre de muchos siglos. Es una delicia la pureza del lenguaje
de esas gentes”.
“ “El reposo del tiempo”
es la muerte. Cada escritor, o mejor, cada persona, tiene una forma muy
concreta de ver la muerte. Desde el pensamiento del poeta francés, Paul
Claudel, “la muerte es eso que siempre les sucede a los demás”, hasta el
hedonismo actual, que olvida todo lo que le molesta, son muchas las posiciones
que el hombre adopta en nuestros días”, añade el autor.
Por la temática de la
obra, siempre con la muerte próxima, así como por el tratamiento de aspectos
como el sexo, el autor indica que no es obra para niños, sobre todo, por los
pensamientos vertidos por los diversos personajes de la novela, totalmente
innovadores.
Eminentemente
realista, la novela se adentra en la mente enferma de un asesino y relata la
angustia de su hija, que se pasa la vida huyendo del padre que juró matarla,
reflejando la personalidad de un hombre, el protagonista, próximo a los 35 años, que una tarde, en las proximidades
del Pantano de Loriguilla, trata de tener relación sexual con su mujer. Cuando
ella se opone, la reacción de él es agresiva y acaba siendo brutal, hasta
matarla. Arroja el cuerpo al pantano y se lleva a su hija, una niña. Los dos
viven en una cueva, en pleno monte, cerca de medio año. Al fin, aterrorizada la
niña, huye y es recogida por un anciano
de un pueblecito, que logrará contactar con sus abuelos. El protagonista, se esconde en las calles de Madrid, viviendo
de la mendicidad. Varios años después, por circunstancias, huye de la capital y
regresa a Valencia con único deseo: dar muerte a su hija.
“Elegí un tema que me pareció atractivo y una forma de
presentar diversas muertes que nos trae el río de la vida. Y no sólo me refiero
a muertes físicas, que las hay psicológicas que duelen y duran mucho más. Por
lo demás, el tema de la muerte ha estado presente en todas mis novelas. Sobre
todo, en la segunda, “Piedra de sal”. Por lo demás, no hay un homicida igual a
otro, como no hay una muerte igual a otra. En la presente novela he querido
narrar una muerte y describir a un homicida que pone en vilo un montón de vidas
que giran a su alrededor”, añade De Tomás.
Una apuesta por el arte
de la escritura, la grandeza de la palabra, que da paso a nuevos proyectos de
un autor que ha ganado, entre muchos otros, premios como el Nadal de Narrativa,
o el premio Ciudad de Valencia de novela.
“Como novelista, voy a retomar una novela que me apasiona y que titulé “Humo de
cisco”. Será una historia también dura, y con diálogos de fuerte contenido religioso.
Un sacerdote, en la madurez, tiene fuertes dudas de fe, hasta el punto de no
creer en nada de lo que predica. Pero se mantiene fiel en su apostolado. Por
otra parte, como Cronista Oficial de Manises, tengo mi primer libro
acabado hace cerca de dos años, y a la
espera de entrar en máquinas. Se trata de “Manises, del tren al Metro”. La
primera parte, se refiere al tren que unía Valencia y Liria, a su paso por
nuestra ciudad, cuya realización corrió a cargo del ingeniero manisero, Rafael
Valls David. Al dejar de circular el tren, se iniciaron las obras del actual
Metro Aeropuerto Valencia. En la actualidad preparo otro libro sobre el Tranvía
22, que unía Valencia con Manises”, concluye De Tomás.
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