La producción de
mandarinas tempranas de la próxima campaña en la
Comunitat Valenciana experimentará una severa reducción de alrededor de un 40% respecto
al ejercicio anterior, tal como se desprende del análisis sobre la evolución y
desarrollo del
cultivo citrícola realizado por los servicios técnicos de la
A
sociación Valenciana de Agricultores (
AVA-ASAJA).
Las consecuencias que está
provocando esta circunstancia no se han hecho esperar y en las explotaciones
que acogen a este tipo de mandarinas precoces –Clemenrubí, Oronules,
Marisol, Iwasaki, Clausellina y Okitsu, básicamente–, se vive un momento
de especial efervescencia que se está caracterizando tanto por la animación en
las compras como por el repunte de los precios respecto a la campaña
precedente. Este escenario permite una doble lectura, ya que, por una parte,
son muchos los cultivadores de estos frutos tempranos o que han perdido la totalidad
de la cosecha o que la han visto reducida a su mínima expresión con el
consiguiente perjuicio económico, mientras que, de otro lado, aquellos
agricultores que han logrado preservar su producción están en condiciones de
negociar cotizaciones al alza, precisamente porque la merma productiva en ese
grupo es muy importante.
La causa de ese descenso
del aforo obedece, fundamentalmente, a la persistente incidencia de las
elevadas temperaturas durante este verano y, de manera muy especial, a la ola
de calor que se registró a mediados de mayo, con una jornada, la del día 21, en
la que se superaron los 40 grados, lo cual se tradujo en una caída masiva de
frutos cuando se encontraban en su fase de cuajado.
No obstante, el informe de
AVA-ASAJA apunta que en el grupo de mandarinas más tardías –es decir,
toda la familia de las clementinas- la disminución productiva no va ser tan
acusada y podría oscilar entre un 20% y un 25% en relación a la cosecha del
curso anterior.
Respecto a las previsiones
para el conjunto de la citricultura valenciana de la futura campaña, el estudio
de campo efectuado por los servicios técnicos de AVA-ASAJA permite concluir que
la reducción de cosecha se situará en torno al 20%, si bien es preciso aclarar
que se trata de una primera estimación que está sujeta a la evolución que pueda
experimentar el cultivo durante los próximos meses.
“Con todo y con eso
–subraya el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- y aún valorando
con la necesaria cautela esta previsión inicial, lo que sí resulta claro y
evidente es que en la Comunitat Valenciana vamos a contar con una producción de
cítricos bastante inferior a la del pasado año y, por ese motivo, queremos
transmitir a los citricultores que esta coyuntura ofrece condiciones objetivas
para que los agricultores puedan negociar cotizaciones razonables”.
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