Eduardo Ovejero. EPDA-Eduardo Ovejero es diputado en Les Corts Valencianes, y único representante en ellas de toda la comarca de l’Horta Nord. Además, en los últimos cinco años ha compaginado su labor parlamentaria con la tenencia de alcaldía de Rafelbunyol. ¿Cómo valora su experiencia en el ámbito local?
-Muy positiva. Estos cinco años como concejal, en un equipo de gobierno presidido por el mejor alcalde que conozco, me ha hecho ratificar mi cariño por la labor de todos los concejales sean del partido que sean. Es la política de verdad, el servicio a los demás. Pero, desde el pasado febrero, mi partido me pidió que me implicara en la responsabilidad comarcal y tuve que renunciar a mi labor local.
-¿En estos meses, cómo ha dinamizado la Oficina Parlamentaria Local?
-Desde su puesta en marcha, primero desde Rocafort, y más tarde también desde la suboficina de Rafelbunyol, y junto a toda la ejecutiva comarcal diseñamos actuaciones que han convertido a las oficinas en la correa de transmisión entre la sociedad civil, el PP y su Gobierno en la Generalitat. Prácticamente todos los consellers y varios altos cargos han mantenido reuniones con colectivos de su competencia en diferentes municipios. Podíamos decir que el Gobierno tiene una radiografía socio-económica de la comarca.
-¿Qué puede significar este conocimiento en la actual situación económica?
-La crisis económica es profunda, pero en cuanto comience a disipar la "niebla", nuestra comarca será la primera en despegar. El Gobierno conoce de primera mano los problemas y las posibilidades y desde las oficinas relanzaremos el futuro.
-¿Por qué hemos llegado a caer en esta crisis tan profunda?
-Principalmente ha habido dos culpables, la pésima gestión de Zapatero y en conjunto el Partido Socialista que le jaleaba todas sus ocurrencias. No hay que olvidar que los socialistas acceden al Gobierno en 2004. En ese mismo año pronuncia la frase "papeles para todos" y España y en especial nuestra Comunitat por sus características, reciben un aluvión de personas de otras nacionalidades, que hacen duplicar nuestras inversiones en infraestructuras tanto educativas como sanitarias y en gasto social, sin recibir ninguna ayuda del Estado, incluso se nos congela la financiación. En el 2008, no reconoce la crisis mundial y además ampara la comercialización fraudulenta de las "preferentes" para contentar y ayudar a la banca, que ahora ha acabado en un drama de muchos ciudadanos que pueden perder sus ahorros... Siguió despilfarrando el dinero con el Plan E. Engañó a Europa y a todos los españoles, ocultando el verdadero déficit, producto de su pésima gestión, incluso el pasado año gastó 90.000 millones por encima de los ingresos, lo que en suma ha dejado a España con una deuda enorme. Sólo en 2013, tendremos que pagar de intereses más de 38.000 millones.
-¿Cree que saldremos adelante?
-Sí, estoy seguro, no hay que olvidar, aunque ahora la deuda es mayor, que en el año 96 cuando los populares accedimos al Gobierno, el paro estaba igual que ahora en el 26% y con austeridad y trabajo serio, en un par de años Aznar colocó a España entre los diez primeros países del mundo. Ahora costará un poco más, pero saldremos.
-¿Y en nuestra Comunitat, como será el proceso?
-Pues seguramente, más rápido que en el resto del país. Fabra con los presupuestos para el 2013, ya ha puesto la primera piedra para salir del atolladero. Vamos a volcarnos en lo social y olvidarnos de lo superfluo. Nueve de cada diez euros van a dedicarse a la sanidad, educación y bienestar social. Vamos a cambiar las subvenciones por los incentivos. Vamos a reducir el sector público y apoyar a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas, que son las que generan empleo. Si hay empleo hay riqueza. Los valencianos somos emprendedores y apoyándonos también en el turismo y en la agricultura y sus industrias, seremos con seguridad los primeros en vencer esta crisis económica. Seguro que serán meses duros. La izquierda y los sindicatos que no saben perder, intentarán calentar la calle. Han estado callados años, cuando los socialistas masacraban nuestra economía, claro, estaban muy bien subvencionados y ahora no parecen estar conformes en sufrir también cuando han sido corresponsables de esta situación.
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