En relación al problema del
hambre existen muchas asociaciones y ONGs que piden donativos para ayudar a
paliar el hambre y también hay muchas personas solidarias, sin embargo ¿Son
estos donativos realmente una ayuda ante tanta necesidad? ¿Hay posibilidades
para poder ayudar de una forma real a los que pasan hambre? La respuesta es que
los donativos son solo ayudas en situaciones de emergencias. En realidad se
deberían ayudar a los países a través de ayudas al desarrollo, para que éstos
luego se puedan ayudar a sí mismos.
El gobierno alemán dispone
14.000 millones de Euros para ayudar al desarrollo en los países pobres, la
misma cantidad que anualmente pone a disposición de la Iglesia católica y en el
caso de la Iglesia española la cantidad financiada supera los 11.000 millones,
pero muchos españoles y alemanes preferirían que dicho dinero fuera a parar a
quien realmente lo necesita.
Podríamos preguntarnos si
no se reconoció a tiempo lo que se ha avecinado a la humanidad como la
catástrofe climática, la quiebra del sistema económico o el drama del hambre.
¿Nadie advirtió sobre los comportamientos que estaban llevando a este callejón
sin salida?
Algunos científicos
advirtieron de los peligros que conlleva la explotación de la Tierra y algunos
economistas sobre que este sistema un día podría colapsar, pero fueron
advertencias aisladas. Sin embargo de otro ámbito han llegado advertencias muy
completas, pues nos encontramos en un cambio de eras y como en todos ellos, hoy
también habita en la Tierra un verdadero profeta, quien como todos, ha dado
advertencias a la humanidad sobre lo que se avecinaba. El mundo se vería mucho
mejor si se hubieran tomado en serio entonces estas advertencias. En el año
1986 el Espíritu de Dios manifestó a través de Gabriele: “Grandes partes de la
Tierra se convertirán en estepas. Surgirá el hambre aquí y allá y muchas
personas se pondrán en movimiento para poder sobrevivir. Al mismo tiempo
vendrán las catástrofes, no sólo las catástrofes naturales, sino catástrofes de
naciones enteras. Pues los que pasan hambre, aquellos a quienes se les ha
quitado todo en lo externo, se vuelven cada vez más agresivos. Convertirán cualquier
objeto en un arma contra su prójimo, para robar y conseguir lo que puedan para
su cuerpo”.
Pero desde siempre se ha hecho burla, se calumniado y ridiculizado al
Espíritu de Dios. Se decía que sus advertencias causaban pánico y por eso
simplemente se dejó que se las llevase el viento. Hoy en día se comprueba cuan
fundamentadas eran. ¿Cuánto mejor le hubiese ido a nuestra Tierra si se
hubiesen tomado en serio estas y otras advertencias?
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