El conseller de Hacienda, Arcadi España. EFE/ Ana Escobar /Archivo
El esfuerzo fiscal realizado por la Comunitat Valenciana es tres veces superior a la media de las autonomías para poder ofrecer la misma calidad en los servicios públicos debido a la infrafinanciación, que representa el 44 % del PIB regional y es la principal causa de su endeudamiento, según un informe del investigador del Ivie Francisco Alcalá.
La Comunitat no podrá volver a financiarse en los mercados si el Estado no absorbe parte de su deuda vinculada a la infrafinanciación, una deuda superior a 50.000 millones de euros que es "insostenible", ha indicado en la presentación este miércoles del informe "Insuficiencias acumuladas y ruptura de equilibrios en la financiación de las comunidades autónomas" en el trascurso de la jornada organizada por IvieLAB "Deuda y sostenibilidad de las finanzas autonómicas".
Con ese nivel de deuda autonómica, la elevación en dos puntos del tipo de interés que paga la Comunitat Valenciana supondría detraer un 8 % adicional de los recursos que le proporciona el sistema de financiación autonómica.
Si además intentase reducir su deuda en un 1 % cada año, tendría entonces que dedicar un 12 % de sus recursos autonómicos a pagos financieros adicionales, por lo que para Alcalá la única vía para reconstruir el sistema de financiación con "bases sólidas y creíbles" es que el Estado absorba el endeudamiento autonómico originado por la infrafinanciación, que también es la única vía que permitirá a las autonomías el retorno a los mercados financieros.
La infrafinanciación obliga a esta autonomía a incrementar la presión fiscal sobre la ciudadanía para poder disponer de unos recursos suficientes que permitan ofrecer los servicios públicos fundamentales, especialmente sanidad y educación, al mismo nivel de calidad que la media de las Comunidades Autónomas.
Según recoge el documento, la modificación del modelo de financiación en 2009 dio lugar a desequilibrios adicionales tanto en la cuantía, con un problema de insuficiencia colectiva, como en la distribución de los recursos por regiones.
En concreto, la financiación efectiva por habitante ajustado de las CC.AA. de régimen común cayó un 11,3 % durante la vigencia del actual modelo, con respecto a la financiación anual media del anterior sistema. La financiación por habitante ajustado en el periodo 2002-2008 fue de 2.780 euros, mientras que en el periodo posterior 2009-2019 se ha reducido hasta 2.466 euros.
En la Comunitat Valenciana, los recursos han caído un 12,6 % comparando ambos periodos, desde los 2.592 euros por habitante ajustado durante el modelo anterior a los 2.265 euros que se han recibido de media en el periodo entre 2009 y 2019, sin tener en cuenta los años 2020 y 2021 por la excepcionalidad de los recursos dispuestos para paliar los efectos de la pandemia.
La financiación efectiva homogénea de la comunidad mejor tratada por el sistema, Cantabria, es un 31,4 % superior a la de la región peor considerada, la valenciana, lo que supone 729 euros menos.
Las consecuencias de la infrafinanciación son el rápido crecimiento del endeudamiento autonómico valenciano durante el periodo 2009-2019, y un aumento de la presión fiscal.
En 2019 recaudó 225 euros por habitante ajustado por el ejercicio al alza de su capacidad normativa y por tributos propios frente a los 75 euros de la media regional, en contraste con la reducción de impuestos operada por otras regiones que tienen el soporte de una financiación más acorde a sus necesidades, según los datos del informe.
Este recoge que sin este sobresfuerzo fiscal, el endeudamiento hubiese crecido en 7.284 millones de euros adicionales entre 2009 y 2019, un 15 % más.
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