En la naturaleza existen algunos elementos químicos que pueden presentarse bajo estructuras moleculares diferentes. Quiere esto decir que un mismo elemento puede unirse consigo mismo formando moléculas en las que los átomos se ordenan de forma distinta. Estas formas diferentes de un mismo elemento reciben el nombre de alótropos.
Veámoslo con algunos ejemplos: El oxigeno puede presentarse formando una molécula con dos átomos O2 o con tres O3 conocido como ozono.
Por otra parte el carbono presenta diferentes alótropos como el grafito, diamante, grafeno, fulereno o carbino.
En el diamante por ejemplo los carbonos están unidos en forma de tetraedro, mientras que el grafito lo están en forma de hexágonos. Es solamente esta diferencia estructural la que explica las grandes diferencias en las propiedades físicas que hay entre por ejemplo el diamante y el grafito.
Si queridos amigos, la diferencia entre los carísimos diamantes y la vulgar mina de un lápiz es solo cuestión de la ordenación de los átomos, porque ambos están formados únicamente por carbono.Otro elemento que también presenta alótropos es el estaño. En este caso hablamos del llamado estaño beta que presenta un aspecto metálico y brillante, y el estaño alfa no metálico, gris y frágil. El paso de la forma brillante a la frágil y gris se produce lentamente cuando la temperatura baja de los 13 °C, aunque este proceso se acelera a partir de los -20°C.
Éste fenómeno de cambio en las características físicas del estaño se conoce con el nombre de peste del extraño, y ha traído no pocos quebraderos de cabeza a lo largo de la historia. Veamos algunos de ellos:
En el año 1812 Napoleón inició la conquista de Rusia. Tras un principio de campaña muy prometedor, la llegada del implacable general invierno ruso dio al traste con las ambiciones expansionistas de Napoleón, que inició una retirada que se convirtió en una odisea: de los 420.000 soldados que iniciaron la campaña solo quedaron 10.000 con vida.
Una de las causas que se esgrime para explicar este desastre tiene que ver con el estaño. Los botones de las chaquetas de los soldados estaban hechas precisamente de este material, y cuando las temperaturas descendieron por debajo de los 20° bajo cero el estaño beta pasó a estaño alfa, frágil y resquebradizo, haciendo que los botones se convertirán en polvo. El hecho de no poderse abrocharse las chaquetas sin duda contribuyó a la hipotermia de los soldados y aumentar el número de bajas.
Otro desastre que tiene relación con el estaño es el que sufrió el capitán Scott en su intento por ser el primer ser humano en llegar al polo sur en 1912. Cuando el 17 de enero de ese año consiguió por fin junto con cuatro expedicionarios alcanzar el polo Sur, allí ondeaba la bandera danesa de Admunsen, que había llegado 35 días antes.
Scott había guardado el queroseno necesario para los hornillos, usados tanto para cocinar como para fundir el hielo y obtener agua potable, en latas soldadas con estaño. El terrible frío reinante hizo que las soldaduras de estaño se resquebrajaran provocando fugas de queroseno que además de suponer la pérdida de combustible, contaminaron los alimentos que Scott llevaba en los trineos. Sin agua y sin comida todo el equipo murió antes de llegar a la base.
Es evidente que no podemos caer en el error de establecer estas como las únicas causas que provocaron ambas tragedias, pero sin duda tuvieron su importancia en las mismas y sirven como ejemplo de cómo algunos fenómenos químicos han sido propuestos para explicar determinados episodios históricos.
Como ven, en algunas ocasiones, saber de química, o de ciencia en general, puede ser sin duda muy ventajoso...
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