Rubén Rodríguez, exalcalde de Bonrepòs i Mirambell. EPDA Meses después de
dejar la vara de mando, el que fuera alcalde de Bonrepòs i Mirambell hasta
julio, Rubén Rodríguez, ha roto su silencio. El dirigente socialista dimitió
del cargo, “obligado e invitado”, tras la presentación de una denuncia ante la
Comisión de Igualdad del municipio por un presunto delito de acoso a una
empleada del Consistorio. Ahora, reaparece en redes sociales para anunciar que
ha acudido a la justicia por supuestas injurias y calumnias por parte de los
actuales miembros del equipo de gobierno del municipio.
Así lo ha indicado
en su perfil de Facebook donde Rodríguez explica que “después de tantos días, semanas y meses de
silencio, he presentado ante el Juzgado de Paz de Bonrepòs i Mirambell un acto
de Conciliación, previo a una querella o demanda, con cada una y uno de los
miembros del actual equipo de gobierno, (alcaldesa y tres concejales de
gobierno) para defender mi honor y dignidad ante las injurias y calumnias
vertidas hacia mi persona y todo el dolor sufrido”.
Señala
el exalcalde de esta localidad de l’Horta Nord que, después de cuatro meses, “estoy
en condiciones de querer y de empezar a expresarme. Lo quiero y lo deseo”.
Al hacer referencia a lo ocurrido en julio asegura que tuvo que tomar “la cruel
decisión, obligado e invitado a dimitir del mayor orgullo que me ha dado la
política municipal y con votación democrática, ser alcalde de Bonrepòs i
Mirambell”.
Las
palabras de Rodríguez han causado “sorpresa” en sus excompañeros del ejecutivo
local. La actual alcaldesa y anterior mano derecha del socialista, Raquel
Ramiro, ha sido rotunda al hablar de la “cautela” con la que tanto ella como
los otros concejales han tratado este asunto, por lo que “no esperábamos” estas
afirmaciones. Ramiro ha negado las acusaciones sobre las dimisiones: “De
ninguna manera se le ha obligado a dimitir, esa es una potestad que puede tener
un juez o el pleno a través de una moción de censura. Se le dijo que podía
seguir ejerciendo el cargo pero, como es normal, yo le comenté que no me
parecía lo correcto, que no estaba de acuerdo y que no iba a ir detrás”. La
alcaldesa espera que “esta semana se cierre el expediente sobre el presunto
delito de acoso”.
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