La estafa de la EMT de València, que ha resultado ser de unos cuatro millones de euros, podría haber superado mucho más esta cifra. La cantidad podría haber ascendido hasta los 11,4 millones de euros, según se recoge en las comunicaciones entre la exjefa de Administración Celia Zafra con los presuntos defraudadores. Así lo señalan medios como Las Provincias y Valencia Plaza, que aseguran haber tenido acceso a dichos correos electrónicos.
En dichas comunicaciones, los defraudadores habrían falsificado el correo electrónico del edil de Movilidad Sostenible y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi y de un representante de Deloitte.
En los correos electrónicos que desvelan estos medios, aparece un supuesto "Grezzi Giuseppe" pidiendo estricta confidencialidad y "reactividad" a la trabajadora con el propósito de una "mejor trazabilidad" de la operación hsata el anuncio oficial de la Oferta Pública de Adquisición de acciones, con las siglas OPA.
Durante la operación con un presunto Grezzi al frente, éste informa a la trabajadora de haber firmado una carta de confidencialidad con Deloitte, lo que presuntamente habría convencido a la trabajadora para mantener silencio, firmando ella también una cláusula de confidencialidad.
Momentos más tarde, Zafra habría enviado otro correo electrónico a DEloitte, asegurando que el importe de la factura de adelanto es de 11.447.302 euros, "lo que hace pensar que el importe de la estafa iba a ser todavía mayor, dado que se trataba sólo de un adelanto", apunta Valencia Plaza. Finalmente los pagos se hicieron mediante una cuenta bancaria en Caixabank, que según hizo público el alcalde de València, Joan Ribó, sería la misma en la que habrían recibido recientemente un ingreso millonario del Banco Europeo de Inversiones para la compra de autobuses.
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