Varios de los fundadores del partido. EPDA
Logo y contacto de Valéncia Unida.
Ideario recogido en los estatutos de VU. El hijo del histórico Vicente González Lizondo impulsa Valencia Unida (VU) buscando recuperar las esencias Unión Valenciana (UV). "Difíciles
de clasificar", "viento fresco", "tecnocracia valenciana para gestionar
las instituciones y ponerlas de verdad al servicio del ciudadano",
"cohesión territorial y prosperidad a todos los niveles"... son algunas
de las frases que salen de la cabeza, el corazón y la boca de dos de los
promotores de Valencia Unida, Vicente González Lizondo y Fernando
Chiva, acompañadas de una potente convicción en sus propuestas. Cuando quedan dos años para las elecciones municipales y autonómicas, El Periódico de Aquí pregunta por este proyecto. ¿Hay espacio para un partido valencianista, que reivindica las Normas del Puig -con gramática y ortografía diferentes a la normativa lingüística vigente? ¿Quiénes apoyan e impulsan el proyecto?
La formación política Valéncia Unida
-así, con acento cerrado sobre la 'e' en su denominación en
valenciano con dichas normas-, está constituida desde octubre de 2020, pero todavía no ha
sido presentada en sociedad. Un estratégico Vicente González Lizondo, explica los motivos: "La pandemia nos está limitando
temporalmente el poder realizar el congreso fundacional y una
presentación pública, pero esperamos poder cumplir ambos trámites entre
septiembre y octubre, al tiempo que seguiremos trabajando durante todo
el verano con intensidad para ultimar un programa electoral innovador,
profundo y muy orientado a la prosperidad y el bienestar de la
ciudadanía valenciana".
Qué es Valencia Unida
Valencia Unida se define en sus estatutos como "transversal
(social y liberal), integradora, independiente, valencianista,
ecologista, vertebradora del territorio y plenamente al servicio de la
ciudadanía de la Comunitat Valenciana, que quiere impulsar la
transformación y la prosperidad social, económica y cultural del pueblo
valenciano". Preguntamos sobre el posicionamiento ideológico de
Valencia Unida al marketiniano Fernando Chiva, asesor político y
veterano activista cívico-cultural: "Valencia Unida es, a nivel de
política autonómica, la superación de la división política clásica de
izquierdas y derechas, para desplazar el eje de la acción política de
las ideas fijas a las personas. Objetivamente, no es de derechas ni de
izquierdas proponer una baja carga fiscal a empresas y autónomos para
fomentar la creación de empleo, proteger a los ciudadanos de la
exclusión económica y social, defender precios justos y medidas de
protección para el sector primario, querer las mejores infraestructuras
para vertebrar todo nuestro territorio desde el Sénia hasta el Segura, o
velar por la sostenibilidad productiva y la protección de nuestros
ecosistemas y entornos naturales; son cuestiones de 'trellat', de
sentido común".
Vicente González Lizondo apostilla sobre esta cuestión: "Quien
pretenda encuadrar a Valencia Unida se va a dar pronto cuenta de su
equivocación, somos difíciles de clasificar. Venimos a romper con la
política de cortar y pegar, de bloques ideológicos definidos,
fundamentando nuestra propuesta en priorizar los intereses de la
ciudadanía sin hipotecas externas, con vocación de servicio e
integridad, con transparencia y con un incuestionable ADN
valencianista".
Para ello, ''el equipo
promotor de Valencia Unida se está nutriendo, tanto de forma implicada
como de modo externo, de reputados especialistas en las diferentes áreas
programáticas o funcionales de su propuesta electoral. De momento
pueden revelar la participación en el proyecto del Doctor en Filología
Valenciana y director de la Secció de Llengua i Lliteraturade la Real
Acadèmia de Cultura Valenciana, Voro López i Verdejo, que dedica todo su
esfuerzo al desarrollo de la política cultural, lingüística e
identitaria de Valencia Unida, o de Armando Peris, organizador de
equipos de alto rendimiento y experto en implantación, que está
desarrollando en equipo toda la política de crecimiento e implantación
estratégica de la formación'', añade. Valencia Unida cuenta también en el equipo
promotor con un heterogéneo grupo de profesionales que provienen del
mundo empresarial, del marketing, de la medicina, de la docencia, de la
consultoría jurídica y laboral, de los recursos humanos o de la
ingeniería, para asegurar la efectividad e innovación de las propuestas y
la perdurabilidad de la formación.
Preguntamos
a Lizondo y Chiva al respecto de otros proyectos políticos valencianos,
y de porqué creen que Valencia Unida va a germinar y perdurar:
"Crear una opción política no es firmar un acta de constitución, crear
un logo, inscribirse en el registro y lanzar vídeos en grupos de
Facebook. Para competir electoralmente con maquinarias políticas
institucionalizadas como el Partido Popular o el Partido Socialista,
tienes que cumplir todas las condiciones de un partido político:
programa, equipo con liderazgos compartidos -los personalismos en el
siglo XXI son liderazgos insuficientes-, militancia, financiación e
implantación real y digital", explica Lizondo, "es una cuestión de
ideas, equipo, trabajo, medios, sobre todo de aunar las voluntades
necesarias, y sin duda de décadas de militancia, de una u otra forma, en
los entornos cívicos, culturales y políticos valencianos". En este sentido, apunta Chiva: "Nosotros
llevamos ahora más de un año trabajando, construyendo, superando
dificultades y aún pasarán unos meses hasta que podamos estar plenamente
operativos, todavía estamos en fase de atracción de talento y de
construcción de programas. Como para que venga alguien a decirnos que en
cuatro o cinco semanas se construye un partido político".
Diferencias de calado con PP, PSOE o Compromís
Analizamos
con ambos interlocutores las diferencias sustanciales de Valencia Unida
con aquellas formaciones con las que tendrá que batirse el cobre,
quizás antes de lo esperado, en un eventual proceso electoral autonómico
a finales de este mismo 2021. "Lo primero es que nosotros venimos a
traer serenidad a la política valenciana: muchos valencianos han votado
los últimos años 'cabreados' con la nefasta gestión, los escándalos de
corrupción o el maltrato sistemático a los intereses valencianos por
parte sobre todo de los dos partidos mayoritarios, de ahí el ascenso de
formaciones más, digamos, escoradas en discursos de crispación, en
formas dialécticamente más agresivas y en propuestas que han
capitalizado el malestar y la indignación. Pero votar enfadados nos
lleva a poner nuestras instituciones y nuestro dinero en manos de
personas que, o lo malgastan en prácticas clientelares y políticas
sectarias, o simplemente son incapaces de hacer nada por mejorar la vida
de las personas", asevera Chiva.
Lizondo lo deja palmariamente claro cuando nos interpela con la siguiente pregunta: "¿Sabes
de verdad lo que nos va a diferenciar de otras opciones políticas? Que a
nosotros no nos van a llamar nuestros jefes de Madrid o nuestros
mecenas de Barcelona para decirnos qué tenemos que hacer o decir, como
ocurre con PP, PSOE, o Compromís, cuando les dictan que deben oponerse
tajantemente a la ampliación del Puerto de Valencia, que deben votar a
favor del Tratado de Libre Comercio de la UE con Sudáfrica perjudicando a
nuestros agricultores, que deben hablar bajito ante el recorte de
trasvases hídricos a las cuencas del Vinalopó y el Segura, que tienen
que apoyar la candidatura de Barcelona para la Agencia Europea del
Medicamento por encima de la de Alicante, o que tienen que crear una
academia que oficialice la falsa catalanidad del valenciano. Y eso
ocurre precisamente con los partidos mencionados. Nuestro jefe de filas y
mecenas se llama 'sociedad valenciana'".
Valencianismo "in extenso"
¿Valencianistas?, preguntamos. "Por
supuesto, es nuestro ADN irrenunciable. Pero ojo con el reduccionismo
de encuadrar el valencianismo exclusivamente en cuestiones de identidad,
lengua, cultura y folclore, que es lo primero que van a pretender
aquellos con los que vamos a competir por el voto de la ciudadanía
valenciana", comenta Fernando Chiva. Vicente González Lizondo reflexiona con nosotros de la siguiente manera: "Es
que el valencianismo también es sacar a los niños valencianos de los
barracones escolares, gestionar estratégicamente los recursos humanos
públicos de los servicios públicos básicos para que sean mejores para
los ciudadanos valencianos y para que los trabajadores de esos servicios
tengan mayor estabilidad laboral, procurar que los autónomos y
empresarios valencianos soporten menor carga fiscal, puedan prosperar y
generen más puestos de empleo para otros valencianos, que el fruto de
nuestros agricultores, ganaderos y pescadores valencianos sea justamente
remunerado, que los sectores estratégicos valencianos se vean
beneficiados por políticas que incidan positivamente en su modernización
e internacionalización, que el emprendimiento y el 4º sector
-tecnológico y startups- tengan en la Comunitat Valenciana un hábitat
favorable, que ningún ciudadano valenciano se vea discriminado por su
tendencia sexual, religión o lengua materna, o que ningún valenciano se
vea excluido económica, social y laboralmente sin que las
administraciones hagan nada o se limiten al postureo social".
La
formación política Valéncia Unida: propuestas que perfectamente pueden
encajar en los esquemas de cualquier ciudadano valenciano, que ''pueden
suponer un dolor de cabeza para los partidos que actualmente tienen
representación institucional, y un voto que puede convertirse en útil en
tanto en cuanto, al menos, el ciudadano valenciano deje de votar
enfadado y vuelva la mirada hacia los genuinos intereses valencianos. Al
fin y al cabo, nadie hace zapatos mejor que un zapatero, y nadie
defenderá con más independencia y argumentos los intereses valencianos
que los propios valencianos.''
Y regresando al principio, ¿hay espacio político? ¿y si irrumpe Francisco Camps con la bandera del valencianismo y la herencia de la figura de Rita Barberá? ¿será creíble la 'valencianía' que reivindica Carlos Mazón, el nuevo presidente del PP valenciano, delfín de Eduardo Zaplana y presidente de la Diputación de Alicante, con el asesoramiento de quien fuera en su día asesor de Lizondo padre, Jesús Sánchez Carrascosa? ¿Surgirá algún otro partido?
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