El
sindicato CSI·F denuncia la saturación que está sufriendo el
servicio de Urgencias del Hospital de Manises. Aseguran que el problema se produce
por el cierre de una planta y 35 camas debido al plan de vacaciones. "Esta situación provoca que pacientes que acuden a Urgencias y han de
ser ingresados tengan que esperar hasta 36 horas para que les asignen
habitación de hospitalización", dicen desde el sindicato.
Sin embargo, el Hospital de Manises desmiente estas afirmaciones: "ningún paciente ha permanecido pendiente de ingreso en urgencias tantas horas como indica el CSIF en su nota. Hemos tenido una punta de atenciones que requerían ingreso. Por esto, el tiempo medio que han estado esperando cama los pacientes desde que se les informara de que tenían que ser ingresados ha sido de 4 horas. Tan sólo un paciente ha alcanzado las 10 horas de espera en el día de ayer" Añaden desde el centro manisero que "durante ese tiempo, los usuarios han estado adecuadamente cuidados gracias a la activación de refuerzos de personal de enfermería".
La
Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F), que
preside el comité de empresa del Hospital de Manises, urge a la
dirección del centro a reforzar el servicio de Urgencias. Del mismo
modo, se opone a la decisión de cerrar plantas, ya que considera que
hubiera resultado mucho más efectivo para mantener un servicio de
calidad contratar más personal y conservar todas las plantas
abiertas.
El
sindicato señala que ya ha transmitido a la dirección del centro su
malestar por el plan de vacaciones. La central sindical lamenta que
haya primado el ahorro de no reforzar con personal en lugar de
mantener la calidad asistencial. Esa situación ha derivado en que
durante esta primera semana de julio el servicio de Urgencias esté
colapsado por falta de camas de hospitalización.
En este sentido desde el Hospital de Manises contestan respecto a la reorganización de camas que "todos los años se pone en marcha un plan estival en todos
los hospitales valencianos, que contempla un descenso de la presión
asistencial. En todos
los centros desciende la actividad programada porque la población se
desplaza a otras zonas de vacaciones. Por ello, se agrupa al personal
sanitario y a los pacientes en determinadas plantas para así optimizar
los recursos asistenciales y energéticos, evitando
tener salas en las que apenas se encuentren pacientes ingresados".
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