Con la “vuelta al cole” la mochila de los más
pequeños vuelve a llenarse de libros, libretas y material escolar que han de
llevar a diario. Por ello, el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad
Valenciana recuerda a los padres que un excesivo peso en la mochila puede provocar
dolor de espalda en los más pequeños por lo que insta a tomar diversas
precauciones que eviten estos problemas de salud.
Numerosos estudios señalan que existe un riesgo
alto de que los niños sufran dolores de espalda si durante su edad escolar transportan
peso excesivo en sus mochilas, e
incluso, que a largo plazo desarrollen daños estructurales en su columna. De
hecho, a los 15 años más del 50% de los niños y casi el 70% de las niñas han
tenido dolor de espalda.
Realmente, lo que perjudica no es el uso de la
mochila, sino el hacerlo de manera inadecuada. Por ello, tanto el trasporte
como la elección de la misma son de vital importancia.
¿Mochila de
espalda o de ruedas?
Muchos padres
optan por comprar una mochila con ruedas, pensando que es la mejor solución
para sus hijos, sin embargo, desde el Colegio de Fisioterapeutas advierten que
estas “deberían
llevarse “hacia delante” y no arrastrándola, porque al traccionar de
ella de forma asimétrica se aumenta la curvatura de la espalda. Además, no hay
que olvidar que si hay escaleras el niño tiene que cargar con ella”.
El profesor del departamento de fisioterapia de
la Universitat de València y miembro de la comisión de formación del ICOFCV,
Josep Benítez, recomienda seleccionar “una mochila ligera que no incorpore más peso
a la carga del niño, cómoda, con dos correas amplias y acolchadas, y al poder
ser, con correa para la cintura, con el objetivo de distribuir uniformemente la
carga en el cuerpo. Asimismo, hay que prestar atención al tamaño, la mochila no
debe ser más grande que la espalda del niño”.
Cómo llevar la mochila para cuidar la espalda
En cuanto a cómo llevarla adecuadamente, José
Casaña, también profesor del departamento de fisioterapia de la Universitat de
València y miembro de la comisión de formación del ICOFCV, apunta que para
evitar problemas de salud, “hay que usar ambas correas para los hombros porque
llevar la mochila sobre un solo hombro producen asimetrías, aumentando la
probabilidad producir desviaciones en la columna; además hay que ajustarlas
bien para que la mochila esté cerca del cuerpo del niño, de forma que lleve el
peso en el centro de la espalda y a nivel de la cintura”.
Asimismo, José Casaña, subraya que “los objetos
más pesados irán en el centro de la mochila o lo más cercano a él y hay que
aligerar la carga, sólo se deben llevar los libros que se necesiten ese día”.
En esta línea, señala que lo recomendable es que el peso de las mochilas esté
por debajo del 10% del peso corporal. “Por ejemplo, un niño de unos 35 kilos no
debería de trasportar más de 3,5 kilos”. A modo de guía apunta el peso promedio
del material escolar y libros. “Unos 600 gramos cada libro y unos 250 gramos
cada cuaderno”.
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