Ejemplo de etiquetado. EPDA
La Conselleria de
Agricultura ha indicado que el incorrecto etiquetado de algunas variedades
de mandarinas, denunciado el pasado mes de febrero por LA UNIÓ de
Llauradors, no ha sido por culpa de las cadenas de distribución sino
de los operadores comerciales que se las han suministrado.
Así de tajante es
la respuesta de la Conselleria de Agricultura; a través de su
Dirección General de Agricultura, en un escrito remitido a LA UNIÓ
en el que especifica que “requerida la documentación de los
sistemas de trazabilidad de las cadenas de distribución respecto a
las mandarinas puestas a la venta, se constata que en la
documentación comercial (facturas y albaranes de compra), consta
indicada la/s variedad/es de la mandarina adquirida, tal y como
posteriormente se indica en el mercado de venta a granel, y por tanto
no se ha encontrado ninguna evidencia documental que ratifique el
incumplimiento denunciado en materia de calidad agroalimentaria ni
sobre la información facilitada al consumidor, por lo que no se ha
podido iniciar procedimiento administrativo sancionador”.
En este sentido
Conselleria de Agricultura señala que “carece de base jurídica
para llevar a cabo actuaciones sancionadoras administrativas respecto
a los incumplimientos señalados y cualquier incumplimiento podría
ser demandado por los titulares de la protección comunitaria ante
los tribunales que correspondan en cada caso, ya que para proteger
los derechos del obtentor se aplican las disposiciones civiles y
penales que establecen las leyes nacionales de protección”.
LA UNIÓ de
Llauradors solicitó el pasado mes de febrero a la Dirección General
de Comercio y Consumo y a la de Agricultura que iniciaran una
investigación sobre el etiquetado que utilizan las cadenas de
distribución Aldi y Carrefour con diferentes tipos de mandarinas y
que podrían provocar distorsiones varietales presuntamente
interesadas.
En Aldi esta
Organización Profesional Agraria había detectado que se vendían
mandarinas a granel con el etiquetado “Nadorcott
Tang gold” (semana del 5 al 10 de febrero, aunque la promoción
continuaba del 12 al 18 de febrero) y en la misma línea Carrefour
realizaba otra campaña de promoción de mandarinas del 13 al 22 de
febrero que etiquetaba con la denominación “Nadorcot-Tango”.
LA UNIÓ afirmaba
en su día que tanto la variedad Tang-gold/Tango como la Nadorcott
son dos variedades completamente diferenciadas sujetas a licencia de
plantación y comercialización (royalties) que tienen que pagar los
citricultores para poder plantar y comercializar estas variedades.
Royalties que, por otra parte, no son nada baratos. En este sentido a
juicio de LA UNIÓ, además de confundir al consumidor, se provocaba
un grave daño al productor, en este caso, a los de la variedad
Tang-gold/Tango. El motivo es que la Nadorcott es una variedad de
mandarina que contiene semillas, que no tiene la variedad de
mandarina Tang-Gold. Son por tanto variedades diferentes y no se
pueden equiparar una a otra, pues la ausencia de semillas hace la
Tang-Gold comercialmente más atractiva.
La respuesta de
Conselleria de Agricultura clarifica la situación y pone de
manifiesto que algunos operadores comerciales tratan de confundir a
las cadenas de distribución y a los propios consumidores acerca del
correcto etiquetado de los cítricos”.
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