Damià Rizo El
Ingeniero Industrial colegiado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales
de la Comunitat Valenciana (COIICV), Damià Rizo Morant
ha desarrollado en colaboración con un equipo multidisciplinar el Acute-19,
un "respirador" (ventilador bilevel para Ventilación Controlada por
Presión) que, a diferencia de los Ambu Mecanizados que generan presión al
actuar de forma alterna sobre una bolsa de aire que se hincha, puede ser
utilizado en aquellos casos más graves de distrés respiratorio generado por
COVID-19.
Su mecanismo, a través de una turbina, tiene
capacidad de ajuste de los parámetros de presión inspiratoria (IPAP),
espiratoria (PEEP-EPAP), frecuencia respiratoria y relación
inspiración/espiración, con regulación de forma exacta, a través de un conjunto
de sensores y actuadores, la presión de salida de aire que se envía al paciente
tiene un control total de las respiraciones que llegan.
Una de las ventajas
más importantes es que “permite ser utilizado por aquellos pacientes
más graves de COVID-19 que desarrollan cuadros de neumonía grave con distrés
respiratorio y que tienen que estar conectados durante semanas a este tipo de
aparatos en UCI”, subraya Damià Rizo Morant
Acute-19 logra realizar monitorización avanzada
externa y también puede ser utilizado fuera de las UCIs y dar soporte
ventilatorio a pacientes no intubados. Se trata de un ventilador ‘bilevel’ que puede trabajar en modo ventilación
mecánica controlada por presión, modo CPAP y posibilidad a corto plazo de
incorporar el modo de Alto Flujo.
Gran
aporte de valor de los ingenieros industriales a la labor social
El Ingeniero Industrial y director ingeniero del Proyecto, Damià Rizo
Morant, focaliza su actividad profesional como CEO y Fundador de la empresa
Darimo Carbon SL, especializada en la producción de componentes de bicicleta
ultraligeros en fibra de carbono.
Para el Acute-19, Damià Rizo Morant inició
el desarrollo y se ha ido rodeando de profesionales como José Ramírez, profesor
del departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Córdoba, José
Miguel Alonso, licenciado en medicina y especialista en anestesiología y
reanimación en el Hospital La Fe de Valencia o Laura Sánchez, urgencióloga, seguidos
de otros profesionales.
La idea fue concebida por Damià Rizo Morant cuando
en Italia comenzó a hablarse de que había una carencia de este tipo de
maquinaria ante los primeros casos graves de COVID-19.
Este colegiado explica que “los ingenieros industriales no solo servimos para desarrollar maquinas
que sean utilizadas en las industrias sino también este tipo de herramientas
que tienen un marcado objetivo social”.
El prototipo ya
ha pasado satisfactoriamente la fase de
prueba con simuladores pulmonares y la fase de experimentación animal en
una prueba con ovejas en la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU
Cardenal Herrera. Sólo resta pasar la fase de compatibilidad electromagnética y de seguridad
eléctrica para la que Damià Rizo Morant está perfilando el prototipo que
entrará a validarse por el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) a finales
de esta semana.
Y de aquí, y con el proyecto definitivo, se
gestionará el último paso, la aprobación por parte de la Agencia Española del Medicamento y Productos
Sanitarios (AEMPS) dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar
Social de los ensayos clínicos
que se llevarían a cabo en hospitales.
“Nuestra intención es
que estos análisis clínicos se puedan desarrollar en el máximo número de
centros y personas, incluyendo aquellas comunidades autónomas y hospitales
donde en este momento sean más necesarios los ventiladores mecánicos”, subraya Damià Rizo Morant.
En
todo este proceso, Damià Rizo Morant ha contado con el apoyo del Colegio Oficial de
Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, que
ha prestado sus recursos para que la administración de la Generalitat
Valenciana, institutos tecnológicos y otras empresas hayan puesto todo de
su favor para que este proyecto de eminente calado social llegue a buen
término.
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Para llegar a la fase
de comercialización, serán necesarios algunos meses más, ya que, a pesar de
la excepcionalidad que establece la AEMPS para poder poner en servicio el
producto para investigación clínica, se necesita el examen de marcado tipo CE.
Pero en estos momentos “con la fase de
ensayos clínicos ya podríamos salvar vidas que es nuestro objetivo. Y la labor
social que como Ingeniero Industrial quiero llevar adelante con este proyecto.
En cualquier caso, estamos listos para materializar la fabricación de más 100
respiradores y su producción a gran escala” destaca.
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