Los jugadores del Levante celebran un gol, EFE/Archivo El Levante jugará la próxima temporada por décimo quinta vez en su
historia en Primera tras haber cerrado la permanencia con antelación y
cierta comodidad y asume ahora el objetivo de lograr una clasificación
histórica y prepararse para un futuro marcado por la remodelación de su
estadio y el inminente inicio de las obras de la nueva ciudad deportiva.
La
derrota del Real Mallorca en el Wanda del pasado viernes por la noche
certificó la permanencia del Levante en Primera división, que el club
celebró con un mensaje en su cuenta oficial en Twitter y que fue
compartido por la mayoría de los futbolistas de la plantilla del equipo
de Paco López.
El cuadro valenciano ha logrado cerrar el
objetivo esta temporada con una suficiencia radicalmente distinta a las
dos últimas, también con Paco López en el banquillo, y solo en las dos
temporadas con Juan Ignacio Martínez, entre 2011 y 2013, o con Joaquín
Caparros en 2014 tuvo tanto margen o más con el descenso que en la
actualidad.
Hace un año obtuvo la salvación en la penúltima
jornada, tras una agónica victoria en Girona por 1-2, mientras que en
2018 lo consiguió de forma matemática a falta de tres partidos para el
final después de que Paco López dirigiera un brillante final de
campeonato desde su llegada en marzo en sustitución de Juan Ramón López
Muñiz.
El Levante ha transitado por LaLiga con mucha comodidad y
con grandes actuaciones en casa, como sus victorias ante el Barcelona y
el Real Madrid en el Ciutat de València, y sólo vivió dos momentos
críticos a nivel de resultados en toda la temporada.
El primero
de ellos fue en octubre tras perder de forma consecutiva ante el Sevilla
(1-0) y Espanyol (0-1) en un momento que coincidió con las
negociaciones para renovar el contrato de Paco López, cuyo anuncio se
alargó más de lo previsto y su renovación hasta 2022 no se anunció hasta
el 15 de noviembre.
El principio de 2020 tampoco fue bueno,
con cuatro derrotas seguidas, pero los triunfos en casa ante el Leganés y
el Real Madrid rebajaron la tensión entorno al equipo, que llegó al
parón en LaLiga por la crisis sanitaria con ocho puntos de ventaja
respecto a la zona de descenso.
La vuelta del equipo a LaLiga
fue más que notable, con sendos empates ante el Valencia y Sevilla. Las
contundentes victorias ante el Espanyol y el Real Betis le permiten,
ahora, aspirar a una de las mejores clasificaciones de su historia y con
42 puntos solo tiene cuatro menos que el Valencia.
Con una
columna vertebral muy sólida, con Aitor, Vezo, Campaña, Bardhi o Roger
como futbolistas más destacados, los posibles movimientos en el mercado
de fichajes de verano marcarán la confección de la plantilla del Levante
y su nivel para el ejercicio 2020-21.
Además, el Levante
arrancó hace un par de meses la remodelación del Ciutat de València, que
debe estar lista para la primera quincena del mes de octubre y que
supondrá un drástico cambio estético en el estadio, ya que una nueva
cubierta cubrirá todo el graderío, con un aforo de unos 24.000
espectadores.
Además, en esta primera fase de la remodelación del
estadio del Levante también se colocarán nuevos videomarcadores, un
vanguardista sistema de megafonía e iluminación, mientras que en la
segunda fase se procederá a la organización de los bajos del campo y la
mejora de la fachada exterior.
El club presidido por Quico
Catalán también está inmerso en la construcción de su nueva ciudad
deportiva, cuyo inicio de las obras está previsto para finales de este
año o principios de 2021, y el pasado 25 de junio el pleno del
ayuntamiento de València aprobó el Plan Especial de la Zona Sur 1 del
Puerto de Valencia-Nazaret, donde estará ubicada.
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