Varios niños acceden a las instalaciones del Colegio Público Rosa Serrano en Paiporta, Valencia. EFE/Manuel BruqueMás del 30% de los niños afectados por la dana que azotó Valencia el 29 de octubre del año pasado reconoce sentir aún miedo a la lluvia, las tormentas o los truenos, según el informe 'Con el barro en la mochila' elaborado por la ONG Save the Children junto a la Universitat de València.
El estudio, en el que se ha consultado a más de 2.300 familias afectadas por la dana y a profesionales de los servicios sociales, de la educación, de las oenegés y a responsables políticos, revela también que aproximadamente el 24 % de la infancia valenciana afectada sigue teniendo problemas para dormir.
Este episodio de lluvias e inundaciones dejó 229 personas fallecidas, nueve de ellas niños y niñas, y 200.000 niños y niñas afectados.
El informe indica que se han producido cambios en el comportamiento de estos pequeños, como mayor ansiedad o estrés persistente y dependencia de pantallas como mecanismo de escape.
Los adolescentes manifiestan dificultades de concentración (12,4 %), pasan más tiempo con dispositivos electrónicos (11,0 %) y prefieren el aislamiento social (7,0 %).
Save the Children advierte de que el acompañamiento social y emocional de niños, niñas y adolescentes ha sido muy deficiente, y que se ha fiado todo a su capacidad de resiliencia.
Actualmente, la principal preocupación de las familias (45,7 %) es el estado emocional de sus hijos e hijas, según el documento.
Además, la mitad de las familias (52,4 %) reconoce que sus hijos e hijas han sufrido un retraso en el aprendizaje.
El estudio también indica que no poder asistir a la escuela ha afectado particularmente al estado emocional (71,6 %) y relacional (33,3 %) del alumnado.
Asimismo, los niños, niñas y adolescentes de los municipios afectados por la emergencia han dejado de realizar actividades deportivas (45,4 %), al aire libre (28 %), recreativas o culturales (25 %) y extraescolares (24,7 %).
"Ante cualquier emergencia, como la que vivimos en Valencia, es crucial que los centros educativos se reabran cuanto antes. En un contexto de crisis, ir a la escuela ayuda a recuperar un sentido de normalidad y esperanza para esos niños y niñas", explica el director de Save the Children en la región, Rodrigo Hernández.
La organización ha echado en falta también que la administración habilitara más espacios seguros, protectores y de buen trato hacia la infancia y la adolescencia para reducir el impacto psicoemocional.
'Con el barro en la mochila' muestra que casi el 15 % de las familias encuestadas perdió su vivienda y que una de cada cuatro considera que su hogar es ahora menos seguro para los niños, niñas y adolescentes que antes de la dana.
Además, cuatro de cada cinco familias (80,3 %) residentes en los municipios de la zona cero viven en edificios aún con reparaciones pendientes o directamente en viviendas muy afectadas, pero en las que se ven obligadas a seguir residiendo.
Save the Children advierte de la importancia de no dejar de lado a la infancia en la reconstrucción del territorio, que a sus ojos se está impulsando sobre todo desde las infraestructuras y la reactivación económica.
"Es necesario reforzar la respuesta en ámbitos como el de la educación, la salud mental y el apoyo a familias en situación de vulnerabilidad, incorporando un enfoque preventivo y situando a los niños y niñas en el centro de las decisiones para garantizar sus derechos y fortalecer su resiliencia ante futuras emergencias", concluye el director de Save the Children en Valencia.
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