Pie de fotoLas
tarjetas se han convertido en el elemento de plástico que más portamos en
nuestro día a día. En nuestras carteras podemos encontrar multitud de ellas,
como las de crédito, débito o las tarjetas affinity. De hecho, la tarjeta
bancaria es uno de los métodos de pago
más utilizados por los españoles, a la que sigue algunos sistemas
tradicionales como el efectivo o las transferencias. A principios del pasado
año, el Banco de España ya anunció que la tendencia a reducir el uso de
efectivo estaba en auge y que, por primera vez, en el año 2016 la cantidad
pagada con tarjeta en los comercios (124.406 millones) fue mayor que el
efectivo sacado en los cajeros (118.275 millones).
Según
datos de la multinacional CPP Group Spain, compañía líder en el mercado de servicios
de protección y asistencia, se ha
producido una disminución del 4% de robos de tarjetas en el primer
cuatrimestre de 2018 respecto a los primeros meses del pasado año.
“Si bien hemos detectado una disminución del 4% en cuanto al número de
robos de tarjetas en España durante los primeros meses del año, es importante
concienciar a los usuarios de que la tarjeta es, sin lugar a dudas, el producto
financiero que más fraude ha experimentado en los últimos años”, afirma Daniel Rodríguez, Customer Service Director Iberia de CPP Group
Spain.
Crece el número de
robos en la Comunidad Valenciana
Según
datos de la compañía el número de robos
de tarjetas ha aumentado un 20% en la Comunidad Valenciana durante el
primer cuatrimestre de 2018 en comparación con los primeros meses de 2017.
Además,
la compañía apunta que los habitantes de Valencia
fueron los que más robos de tarjetas
sufrieron en 2017, seguidos de los habitantes de Alicante y Castellón,
respectivamente.
Las
Comunidades Autónomas de Navarra,
Extremadura y Galicia son los que menos robos de tarjetas han sufrido en
2017, según datos per cápita de CPP Group Spain. A estos, les siguen los
habitantes de Murcia, Aragón, Andalucía
y La Rioja, siendo la Comunidad de Madrid, Cataluña, Cantabria, País Vasco
y Castilla La Mancha, las comunidades que más robos de tarjetas registraron el
pasado año.
Una de las razones por las que la compañía especializada en
protección y asistencia recomienda y anima a los usuarios a contratar un seguro
para las tarjetas es, en muchas ocasiones, porque los usuarios desconocen, ya
no solo cómo actuar en el caso de robo de la misma, sino los diferentes tipos
de fraude que se pueden realizar con una tarjeta robada si no se cancela a las
pocas horas de que se produzca el hurto.
“En este tipo de casos, es crucial que el
usuario notifique lo antes posible el robo para proceder a la cancelación de
sus tarjetas, pues la mayoría de los fraudes se producen a los pocos minutos
del hurto, bien sea a través de una compra en un establecimiento con diferentes
pagos en pequeñas cantidades o a través de internet” concluye Daniel Rodríguez.
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