El director general del Consejo
Empresarial para la Competitividad (CEC), Fernando Casado, ha presentado hoy en
Valencia las previsiones de este organismo sobre el crecimiento de la economía
española en los próximos años, que se enmarcan en su último informe “España
2018”.
En el acto, que fue inaugurado
por el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo de la Generalitat
Valenciana, Máximo Buch, han intervenido también Antonio Huertas, presidente de
Mapfre, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente
Morata, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente
Boluda y Miguel Cardoso, Economista Jefe de BBVA Research.
El CEC ha hecho públicos nuevos
datos, tras revisar sus conclusiones desde que se elaborara este documento,
“España 2018”, el otoño pasado, pues la inercia cíclica para los años que
vienen es superior a la contemplada hace unos meses. Según el Consejo, el PIB
español crecerá en 2015 y 2016 a tasas cercanas al 3%, igualando la velocidad
de crucero de antes de la crisis. Este nuevo impulso es consecuencia de la
inercia interna y del impacto positivo de algunos factores externos como la
depreciación cambiaria, la caída prima de riesgo y el precio del petróleo.
El presidente de MAPFRE,
Antonio Huertas, señaló en su intervención que “las reformas propuestas por el
CEC intensificarán ese crecimiento económico” y, en relación con la Comunidad
Valenciana, “la creación de empleo se verá intensificada por la mejora de la
demanda interna y el impulso de las exportaciones.”
Fernando Casado recordó en el
acto de hoy en Valencia que es posible la creación de 2,8 millones de puestos
de trabajo en los próximos cuatro años, lo que situaría la tasa de paro en el
11,5%, 12 puntos por debajo de la actual, más alineada con los países de
nuestro entorno europeo.
Para conseguirlo, el CEC
propone actuaciones reformistas en ocho bloques, y cifra el impacto de cada uno
de ellos en la creación de empleo. Así, considera que la mejora del marco
institucional y el aumento del tamaño de las empresas contribuirán a la
reducción de 4,2 puntos en la tasa de desempleo, mientras que la mejora del
sistema educativo puede tener un impacto de rebaja del paro en casi un punto.
Además, incide en la búsqueda de las mejores prácticas en lo relativo a la
economía del conocimiento, la sostenibilidad energética y la fluidez financiera,
que aportarían una reducción de casi 2 puntos en la tasa de desempleo.
Entre ellas destacan mejorar el
marco institucional es fundamental para aumentar el tamaño empresarial y con ello
el empleo vía productividad, sseguir apostando por la internacionalización de
la empresa española e incorporación a las cadenas de valor globales, mejorar el
nivel educativo de la población reduciría considerablemente la brecha de
bienestar con los principales países desarrollados, acelerar la Economía del
Conocimiento, llevar a cabo una política energética sostenible desde una
perspectiva económica y medioambiental, mantener la posición en
infraestructuras evitando la caída del stock de capital, una financiación
fluida, clave para el desarrollo del país, la lucha contra el fraude laboral
podría aflorar un extra de más de 800.000 empleos y reducir la tasa de paro en
hasta 3,6 p.p, o un ajuste fiscal creíble y sin riesgos en la ejecución es
clave para la sostenibilidad de la deuda pública.
El Consejo Empresarial para la
Competitividad recordó en el acto de hoy que la Comunidad Valenciana es ya la
tercera autonomía con mejor resultado comercial según los datos de 2014. La
región volvió a datos positivos de crecimiento en la segunda mitad de 2013, al
igual que el resto de España, y verá consolidado ese crecimiento en 2015
gracias a la recuperación, en buena medida, de la demanda interna.
Tras tres años de superávit
comercial –un 3,7% PIB- gracias a una creciente apertura externa liderada por
el sector industrial, Valencia tiene ahora el reto de continuar creando empleo
sostenible y de calidad para recuperar los puestos de trabajo destruidos durante
la crisis.
El director general del Consejo
Empresarial para la Competitividad (CEC), Fernando Casado, ha presentado hoy en
Valencia las previsiones de este organismo sobre el crecimiento de la economía
española en los próximos años, que se enmarcan en su último informe “España
2018”.
En el acto, que fue inaugurado
por el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo de la Generalitat
Valenciana, Máximo Buch, han intervenido también Antonio Huertas, presidente de
Mapfre, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente
Morata, el presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente
Boluda y Miguel Cardoso, Economista Jefe de BBVA Research.
El CEC ha hecho públicos nuevos
datos, tras revisar sus conclusiones desde que se elaborara este documento,
“España 2018”, el otoño pasado, pues la inercia cíclica para los años que
vienen es superior a la contemplada hace unos meses. Según el Consejo, el PIB
español crecerá en 2015 y 2016 a tasas cercanas al 3%, igualando la velocidad
de crucero de antes de la crisis. Este nuevo impulso es consecuencia de la
inercia interna y del impacto positivo de algunos factores externos como la
depreciación cambiaria, la caída prima de riesgo y el precio del petróleo.
El presidente de MAPFRE,
Antonio Huertas, señaló en su intervención que “las reformas propuestas por el
CEC intensificarán ese crecimiento económico” y, en relación con la Comunidad
Valenciana, “la creación de empleo se verá intensificada por la mejora de la
demanda interna y el impulso de las exportaciones.”
Fernando Casado recordó en el
acto de hoy en Valencia que es posible la creación de 2,8 millones de puestos
de trabajo en los próximos cuatro años, lo que situaría la tasa de paro en el
11,5%, 12 puntos por debajo de la actual, más alineada con los países de
nuestro entorno europeo.
Para conseguirlo, el CEC
propone actuaciones reformistas en ocho bloques, y cifra el impacto de cada uno
de ellos en la creación de empleo. Así, considera que la mejora del marco
institucional y el aumento del tamaño de las empresas contribuirán a la
reducción de 4,2 puntos en la tasa de desempleo, mientras que la mejora del
sistema educativo puede tener un impacto de rebaja del paro en casi un punto.
Además, incide en la búsqueda de las mejores prácticas en lo relativo a la
economía del conocimiento, la sostenibilidad energética y la fluidez financiera,
que aportarían una reducción de casi 2 puntos en la tasa de desempleo.
Entre ellas destacan mejorar el
marco institucional es fundamental para aumentar el tamaño empresarial y con ello
el empleo vía productividad, sseguir apostando por la internacionalización de
la empresa española e incorporación a las cadenas de valor globales, mejorar el
nivel educativo de la población reduciría considerablemente la brecha de
bienestar con los principales países desarrollados, acelerar la Economía del
Conocimiento, llevar a cabo una política energética sostenible desde una
perspectiva económica y medioambiental, mantener la posición en
infraestructuras evitando la caída del stock de capital, una financiación
fluida, clave para el desarrollo del país, la lucha contra el fraude laboral
podría aflorar un extra de más de 800.000 empleos y reducir la tasa de paro en
hasta 3,6 p.p, o un ajuste fiscal creíble y sin riesgos en la ejecución es
clave para la sostenibilidad de la deuda pública.
El Consejo Empresarial para la
Competitividad recordó en el acto de hoy que la Comunidad Valenciana es ya la
tercera autonomía con mejor resultado comercial según los datos de 2014. La
región volvió a datos positivos de crecimiento en la segunda mitad de 2013, al
igual que el resto de España, y verá consolidado ese crecimiento en 2015
gracias a la recuperación, en buena medida, de la demanda interna.
Tras tres años de superávit
comercial –un 3,7% PIB- gracias a una creciente apertura externa liderada por
el sector industrial, Valencia tiene ahora el reto de continuar creando empleo
sostenible y de calidad para recuperar los puestos de trabajo destruidos durante
la crisis.
Para
ello, el CEC ve como una palanca positiva la exportación de sectores como el
del automóvil, que, gracias a las inversiones acometidas, al incremento de la
productividad y a un tipo de cambio más depreciado, presentan interesantes
perspectivas de crecimiento.
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