Imagen de archivo del poeta valenciano Francisco Brines el día en que celebró, en su casa familiar en Oliva (Valencia), la concesión del Premio Cervantes 2020. EFE El poeta Francisco Brines, último Premio Cervantes, ha
recibido este martes un homenaje literario y musical en València organizado por
la Generalitat y la fundación que lleva su nombre donde, en un mensaje grabado
debido a su estado de salud, ha glosado lo que somos: "El misterio que
existe entre dos nadas".
La voz del poeta se ha escuchado también en versos de ocho de sus poemas que
han sido recitados acompañados de música de guitarra y violonchelo en un acto
de homenaje que ha tenido lugar en el Jardín Botánico de la Universitat de
València.
Bajo el título "10 días para el primer Cervantes valenciano", el acto
ha contado con la participación del president de la Generalitat, Ximo Puig,
miembros de instituciones políticas, rectores de las universidades, miembros de
la Fundación Francisco Brines y escritores como Fernando Delgado y el editor de
Pre-Textos, Manuel Borrás.
La tradicional ceremonia de entrega del Premio Cervantes en el Paraninfo de la
Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) no se celebrará este año debido a que
las circunstancias de salud del galardonado le impiden desplazarse, según
confirmaron hace unos días fuentes del Ministerio de Cultura y Deportes.
Una entrega que suele celebrarse tradicionalmente en una solemne ceremonia cada
23 de abril en Alcalá de Henares presidida por los reyes.
El poeta y académico valenciano Francisco Brines (Oliva, 1932), uno de los
pocos supervivientes de la Generación de los 50, se encuentra en un estado de
salud delicado.
En el acto, Puig ha señalado que casi 600 millones de hablantes en español
tendrán a Francisco Brines como su máxima referencia literaria, el primer
Premio Cervantes valenciano, el máximo galardón de las letras hispánicas.
La voz de Brines es un orgullo para la Comunitat Valenciana, la tierra de
Ausiàs March y Roís de Corella, de Vicent Andrés Estellés y Miguel Hernández,
de Carmelina Sánchez-Cutillas y Paca Aguirre, según Puig, que ha rememorado un
verso del poeta: "Yo sé que olí un jazmín en la infancia una tarde, y no
existió la tarde".
El homenaje ha comenzado con un paseo recitado por versos de ocho poemas de
Brines, acompañados por la guitarra de Miquel Pérez Perelló y el violonchelo de
Gloria Aleza: "El porqué de las palabras", dedicado a Fernando
Delgado; "Reencuentro", "Palabras para una despedida" a
Juan Gil Albert, "Collige, virgo, rosas", "Lamento de Elca"
a Antonio Mestre, "La tarde imaginada" dedicado a Elca, "El vaso
quebrado" a Carlos Marzal y Vicente Gallego, y "Elca" a Juan
Bautista Beltrán.
Tras el recital, Brines, en un mensaje grabado, ha expresado qué significa la
poesía para él: "La poesía puede aportar, en primer lugar, un destino que
se identifica con el destino de otros para los que la poesía significa lo mismo
que para el creador, y este, al percibirlo, se da cuenta de que es más humano
en estos momentos".
"Porque el hombre es eso, un tránsito pensante, sensible, que por ahí anda
a perderse en la nada; viene de una nada para terminar en otra nada; somos el
misterio que existe entre dos nadas", ha concluido.
La directora de la Fundación Francisco Brines, Angels Gregori, ha afirmado que
el poeta ha conformado una ética del caminante y ha convertido el territorio en
paisaje cantando "un mundo tan gastado", y en la poesía encontró un
método propio para "hacernos mejores humanos y mejores ciudadanos".
Su editor, Manuel Borrás, ha expresado la preocupación por su estado de salud
física y ha dicho esperar que el primer Premio Cervantes a un valenciano no sea
el último "a la luz de nuestra prolífica cosecha poética en ambas
lenguas".
El escritor Fernando Delgado se ha referido a la casa familiar de Brines en
Elca (Oliva, Valencia), donde por allí "corretea el niño Brines y se le
sube a las barbas a este Brines".
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