Jaime Navarro. /EPDAPues no hay más que ver uno de esos vídeos top ten de la semana, el del fotógrafo disidente desahogando toda su bilis contra Sánchez en un caliente directo de TVE, para advertir que hoy lo que rompe con la pana, como entonces en los inocentes 70, es eso. Ni más ni menos. Ser un español. Mayormente cabreado hasta las trancas. Pues lo que siempre recuerda Arrabal: de católico, feo y sentimental, se da por descontado.
En esas andábamos descubriendo que una vez que el "pseudounderground" al parecer ha usurpado el gobierno de los más de 22 de Sánchez, con sus trasnochados ataques a la familia, a las mujeres, a la inocencia de los niños, y a su propia vida. Una vez linchado y purgado como es de precepto el empresario de moda de turno. Todo muy del mayo francés. Por cierto. Lo natural es que pues y que por purita cronología, apareciera un descarado punk para mandarlo todo al carajo. En la TVE de nuestros amores. Mismamente.
Tal y como recordaréis sucedió a mediados de los 70 para escándalo de todos aquellos hippies santurrones que según decian venían a cuidarnos y a "trans" formar el mundo escuchando rock progresivo y sinfónico. Eso sí, antes de colocarse en todas las más sagradas canongías desde Sylicon Valley a Manhatan pasando por la City. Lo que obligó a Ramones, Sex Pistols, y a sus endemoniados hooligans a llenarlos sin piedad de escupitajos y latazos de cerveza en cuanto asomaban la cabeza. Carpe diem.
Como hoy nuestros compatriotas que se disponen con ansiedad a aperturar una nueva y gozosa temporada del espectáculo más punk de la France y de las españas, que como sin duda habrá adivinado el sagaz lector es el toreo. Una vez terminada mayormente la temporada de caza. Fiesta ancestral que ya en siglos pasados quiso ser prohibida hasta por la propia Iglesia, y
en varias ocasiones. Más ni modo, que como el teatro, inmortal, siempre resucita cuando empieza a oler solo un poco a primavera.
Por eso, God Save a Sánchez... etc...
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