Félix Gómez marcando un pozo de agua Cuando se cumple el
aniversario de la muerte del párroco de Altura, Félix Gómez, el cineasta
alturano Alejandro Linde ha editado una película documental acerca de la figura
del que fuera párroco del municipio durante cuarenta años, “Félix Gómez Muñoz.
Sacerdote”, conocido además por su cualidad y don como zahorí. Todo un homenaje
a esta querida figura con la que Linde pretende hacer justicia, homenajear y
agradecer al sacerdote fallecido su dedicación espiritual y personal con el
municipio, del que es hijo adoptivo, y sus vecinos.
En total, 1 hora y 28
minutos donde Linde recoge veinte testimonios diferentes de distintos ámbitos,
tanto políticos, como religiosos, de familiares y amigos en los que se repasan
grandes acontecimientos, anécdotas, circunstancias y vivencias del párroco, aspectos
de su personalidad e impresiones emotivas de su recuerdo haciendo guiños a su
lugar de nacimiento, Granátula de Calatrava, a su estancia en Altura, a su
dedicación religiosa y a su “trabajo” altruista como zahorí, con la
localización de más de 800 pozos de agua en todo el mundo.
La película recoge
además testimonios personales del propio párroco grabados por el cineasta a lo
largo de los años. No es la primera vez que Linde realiza un documental sobre
la figura de este sacerdote “con carisma singular” ya que, en 2008, se presentó
“El Enigma”, film que recogió los trabajos y las excavaciones que se llevaron a
cabo, de manera infructuosa en San Vicente de la roqueta para exhumar los
restos de San Vicente Mártir.
Tal como explica el
propio Linde, “con la muerte del sacerdote se despierta en mi la intención de
realizar una película en homenaje y agradecimiento a su persona. Película que
discurrirá de un modo no lineal, sino que irá mostrando pasajes de su vida, en
los que el mismo tendrá sus intervenciones”.
Y es que, para Linde
Gómez “fue un hombre dotado de cualidades excepcionales”. A su profunda fe
religiosa y su entrega al sacerdocio, se unió el descubrir en sí mismo la
facultad de zahorí, surgida cuando los geólogos y zahories que buscó con
anterioridad, negaron la posibilidad de que existiera agua en el Santuario de
la Cueva Santa de Altura. “Él explica, le pidió a la Virgen que si lo dotaba de
esa capacidad utilizaría ese don para buscar agua para el santuario”.
El 22 de agosto de 1986
se produjo el alumbramiento de una caudalosa corriente de agua en el mismo tras
la localización por su parte de este pozo. Una labor que comenzó ahí pero que
desempeñó por todo el mundo con la localización de más de 800 pozos. Asimismo,
comenta Linde, “esta profunda capacidad que poseía le permitió encontrar
reliquias de mártires de la Guerra Civil y fue requerido para localizar los
restos de San Vicente, aunque finalmente, la dificultad de las excavaciones
llevaron a paralizar el proceso.
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