El recorte preocupa tanto dentro como fuera de la plantilla de À Punt. /EPDA
Tuit en el que se llama a la huelga. /EPDA
Respuesta del presidente del presidente de la asociación de actores. /EPDAYa está decidido.
Los responsables de À Punt solventarán la subida del IVA recortando
hasta la mitad el presupuesto destinado a la producción externa de
la cadena. Sobre el papel parece una medida de austeridad que confía
en los equipos propios de la cadena en vez de buscar empresas
externas, pero en la práctica supone un golpe casi letal para la
industria audiovisual valenciana que aún no había recuperado el
ritmo de trabajo que tenía con la antigua Canal 9, y que incluso
estaba decelerando su crecimiento por culpa de las restricciones
derivadas por la pandemia.
De hecho la decisión
de los responsables del ente televisivo autonómico se ceban
especialmente con la producción externa ya que si las cuentas
oficiales estimaban que la subida del IVA rondaría un sobrecosto de
10 millones de euros para el ente público, el recorte de la
producción externa asciende a los 12 millones.
La decisión es
incomprensible para gran parte de la plantilla, primero porque À
Punt, que presumió de austero en su arranque, no tiene medios
humanos ni técnicos para hacerse cargo de la producción total de la
parrilla, y por otra porque de la partida que se ha recortado
dependen programas estrella de la cadena como es L'Alqueria Blanca,
la única serie de referencia que ha logrado colocar la televisión
autonómica en su parrilla y que, como es sabido, es en realidad una
producción heredada de la extinta Canal 9.
La medida ha causado
indignación en el sector audiovisual valenciano donde se recuerda
que uno de los motivos con los que se justificó la apertura de À
Punt fue, precisamente, su potencia dinamizadora del audiovisual
valenciano.
Más allá de las
declaraciones institucionales y los comunicados ayer la presentadora
Carolina Ferre, la actual presentadora de uno de los concursos enseña
de la cadena (Atrapa'm si pots, producido por Imagina TV, que es una
filial valenciana de Mediapro), animaba en la red social twitter a
los compañeros (de dentro y fuera de la cadena) a organizar una
huelga en protesta por la situación.
El tuit de Ferre fue
apoyado inmediatamente apoyado por gente como Carlos Amador,
presidente de la AAPV
(Associació d’Actors i Actrius del País Valencià)
que ofrecía el apoyo de su asociación a la llamada a una huelga en
À Punt.
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