Una mujer cambia el pañal de su bebé en el baño de la sala de cine. EFE/ArchivoEl restaurante denunciado por impedir a un padre cambiar el pañal de su
bebé en el aseo de mujeres ha pedido disculpas por el "daño emocional
causado" y ha asegurado que lamenta la "desafortunada situación"
generada por la "actuación incorrecta" de un empleado que ya no volverá a
trabajar en el local.
Así lo asegura este miércoles la dirección
del restaurante de Náquera La bicicleta mágica en un comunicado
remitido a EFE, en el que señala que el empleado que no dejó al hombre
utilizar el aseo donde estaba el único cambiador de bebés "actuó de
forma unilateral, sin consultar a la dirección de la empresa".
Según
fuentes de la dirección, esta ya había recibido anteriormente quejas de
ese camarero, que trabajaba con "carácter puntual" los fines de semana y
sobre el que se han tomado "medidas correctoras" y se le ha comunicado
que no vuelva a trabajar al restaurante.
La Unión de Consumidores
de la Comunitat Valenci, que presentó la denuncia ante la Conselleria
de Igualdad, entiende que los cambiadores de bebés deben ser accesibles
tanto para hombres como para mujeres, evitando que se produzcan
incidencias o que se limite el uso que puedan hacer unos u otros en el
momento de su utilización, por el simple hecho de que los cambiadores se
hayan incorporado sólo al aseo de mujeres.
Las mismas fuentes
han indicado que la empresa instaló el cambiador de bebés en el aseo
femenino "únicamente por un motivo de dimensiones, ya que es más grande
que el de los hombres".
Además, señalan que normalmente facilitan
otro espacio de uso privado para cualquier cliente que lo necesite, que
en numerosas ocasiones ha sido usado por padres o madres para
desarrollar cualquier necesidad de cambio, lactancia o para dormir a sus
bebés.
"Llevo 20 años en hostelería y esta es una situación
surrealista", han asegurado desde la dirección, que ha explicado que si
hubieran sido informados por el camarero de la petición del cliente
"jamás" se le hubiera negado la entrada e incluso le habrían ofrecido el
despacho, "algo que hemos hecho infinidad de veces".
Según han
explicado, "cuando pidió la hoja de reclamaciones se la dimos" y
posteriormente el propietario tuvo un "enfado descomunal y palabras
desagradables" con el empleado que no le consultó antes de contestar al
cliente.
Las fuentes han señalado que el propietario está
"sensibilizado con la paternidad" porque tiene una hija pequeña y han
explicado que pusieron el cambiador de bebés "por ofrecer un valor
añadido" al restaurante.
"Con un volumen de casi 400 personas no
tengo capacidad de la omnipresencia y no puedo controlar cada una de las
actuaciones que hace cada empleado", asegura el propietario.
"La
empresa en ningún momento considera que deba ser la madre la que cambie
al bebé", aclaran desde la dirección, y añaden que la empresa "actuó de
forma prudente debido a la posible queja de otras mujeres que se
pudiesen sentir incómodas por la presencia de un varón en el espacio
para mujeres".
También afirman que no existe ninguna normativa
respecto a la colocación de cambiadores en los baños y señalan que la
empresa "en ningún momento pretendió herir los sentimientos de ningún
cliente".
"Nuestro establecimiento es lugar de encuentro de
numerosas familias, somos padres y madres y facilitamos todo lo que
nosotros mismos necesitamos o hemos podido necesitar", aclaran.
Por
último, asegura que actuarán con "inmediatez" para "reparar el daño y
crear un protocolo eficaz de igualdad en estos escenarios".
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