Narciso Chiva, con Zarzoso y Pérez “¡Oye!… ¡Ahora que me acuerdo!…”.
Así se titula un nuevo libro del fecundo escritor y
fotógrafo segorbino Narciso Chiva Ibáñez que ha querido contar fragmentos de su
rica y dilatada experiencia en temas segorbinos.
El salón de conferencias de la Mutua
Segorbina acogió la presentación del nuevo volumen ante más de un centenar de
personas interesadas en desvelar los secretos
y las curiosidades, siempre interesantes que se reparten por sus
páginas.
De alguna forma se trata de una
recopilación de artículos, publicados discrecionalmente en Facebook, articulado
en orden cronológico en respuesta a la insistencia de sus tres hijas, Pilar,
Teresa y Alicia de que escribiera sus memorias, “Fue entonces cuando me lo
instalaron como distracción de jubilado, esperando que me entendiera. Yo
siempre dude que pudiera interesar a alguien. Y, vaya si interesó: ya son más
de 18.000 lectores los que han visitado mis fotos y relatos”.
El Presidente de la Fundación Mutua
Segorbina de la Comunidad Valenciana, Rafael Zarzoso, que estuvo acompañado del
director de publicaciones, el profesor Pablo Pérez, afirmó que el resultado de
este libro es extraordinario, “los retazos de su vida aquí recogidos son
también jirones de la vida de Segorbe durante el último siglo. Aquí el peso de
lo literario es ligero. Predomina el impulso de lo inmediato, el recuerdo
perseguido que, de pronto, sobresalta la memoria, la frescura de lo oral, de lo
contado por el abuelo a sus nietos, del comentario lanzado al aire durante el
repaso de las fotos familiares”.
El libro está cuajado de recuerdos: la
familia, los amigos, los conocidos, las mascotas…; está repleto de
protagonistas de nuestro pequeño y ya lejano “pasaje emocional; desde las
“Papeleras del batán de Geldo –la madre y las tías del autor– hasta Manolita
Belís y Rosario Raro, pasando por “Compañerico”, “Tripero”, Paco Herrero, Paco
Castañer, Rovira, Vicente “Manasas”, Manuel Querol, Valles, Antonio Vizcaino,
el “Cartujano”, “Nelo”, “Santos”, “Punter”, “Caralampio”, “Mosca”, “Royo”,
“Katanga”, José Carot, “Los Cursos”, “Manegueta”, “Cacau”, el “Leñater”, el
“Carrero”, “Rimón de la Pipa”, Los hermanos “Gollorí”, Melchor Escrig “el
cantarero” y otros tantos.
A Zarzoso, le encantaría que el
ejemplo de Narciso Chiva cundiese entre los mayores y también entre los no tan
mayores, de modo que algún día se pudiera disponer de una gran colección de
testimonios e imágenes del pasado. “Los segorbinos y los moradores de esta
comarca del Alto Palancia, tantas veces pioneros en los más diversos campos e
iniciativas, podemos serlo también de esta empresa colectiva de preservación de
nuestra memoria viva. Si así fuera, la entidad que tengo el honor de presidir
estará atenta y dispuesta a prestar su colaboración activa y comprometida con
esta línea editorial a la que todos nuestros amigos y mutualistas,
imperceptiblemente, nos han ido conduciendo”.
Narciso Chiva Ibáñez
Nació hace 92 años en Segorbe, y se
exilió solo un año por la Guerra Incivil. Su vinculación y fidelidad a Segorbe
fue total. Solo asistió al colegio hasta los 13 años, pero leía todos los
libros y poesías de los clásicos que caían en sus manos y que influyeron en su
formación cultural, incluso para que no se lo contaran estudio el Corán, El
Quijote y la Biblia.
Pero, no piensen que se conformó con
la literatura. De niño se interesó por el dibujo; de adulto por la música, el
canto, baile, ciclismo, senderismo, pesca, jardinería, avicultura, fotografía y
por último el cine, que tuvo que abandonar por falta de medios económicos. Su
formación en estas aficiones fue autodidacta, sin profesores, ni mentores.
Solista de bandurria en la primera rondalla de posguerra. Actualmente es el
socio vivo más antiguo de la Sociedad Musical. En pesca ha practicado todas las
modalidades posibles en cien kilómetros alrededor de Segorbe.
Por falta de aptitud abandonó el
dibujo y se inició en la fotografía. En esta disciplina destacó en el Foto Club
Valencia alcanzando numerosos galardones por España. Organizó para las Fiestas
Patronales los diez primeros Salones Fotográficos a partir de 1954. Invitados
por Narciso, con sus narraciones radiofónicas y TV, concurrieron al mismo las mejores
firmas de España. Todo fue fruto de la exigencia de las cuatro Asociaciones
Nacionales e Internacionales de Periodistas de Turismo que exigían la
divulgación de sus viajes por los cuatro continentes respaldados por las
embajadas, de los países visitados.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia