Era previsible. El show de tetas, alcohol, torsos desnudos, sexo y pocas neuronas de Gandia Shore ha resultado todo un éxito en la MTV, que hoy domingo se despide, aunque pronto se emitirán dos especiales y se plantea ya una segunda temporada, aunque todavía se desconoce si repetirá en la ciudad valenciana o si buscadrá otro destino. Ylenia, Abrahan, Arantxa, Clavelito, la Gata, Labrador y Esteban dicen adiós con el objetivo conseguido: un mes de juerga en agosto en la playa de Gandia les ha bastado para saltar a la fama en España, donde la estupidez debería cotizar en el IBEX 35.
El programa ha triplicado la media de la cadena la noche de los domingos con ingredientes muy primarios que nunca fallan para conseguir una buena ensalada televisiva: jóvenes ni-nis, fornidos, tetonas, salid@s, con ganas de mucha juerga, sexo y alcohol. Con litros y litros de bebida alcohólica, estos conejillos de india han superado a todos los concursantes de Gran Hermano, un programa cultural comparado con el desfase de Gandia Shore.
Entre todos los concursantes, mi preferido es Labrador, un pobre chico de Puerto de Sagunto (Valencia) encantado de haberse conocido y muy orgulloso por haber conseguido un cuerpo mínimamente fibrado, pero con unas carencias afectivas -como el resto de participantes- que debería hacérselas mirar con un profesional. Después de haber intentado ser Mister en algunas localidades valencianas, entre ellas Sagunto, se moría por alcanzar la efímera fama, la que da la televisión y supone pan para hoy y hambre para mañana si detrás de un rostro bonito o un cuerpo de escándalo, no hay neuronas.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia