Rafael Escrig.
Ya saben todos los que me leen
en esta columna periódica, que nunca hablo de política. Nunca
expreso mis opiniones en este sentido, quizá porque no las tengo,
porque no quiero tenerlas o porque no quiero ventearlas. Pero eso es
lo de menos. El caso, en esta ocasión, es que el asunto me lo han
puesto en bandeja. Ha sido demasiado tentador y aquí está el
resultado. Bien o mal, les prometo no volver a intentarlo.
Desde los medios de
comunicación, hace unos meses que nos han estado bombardeando con la
palabra sorpaso
sin decirnos previamente lo que significaba dicho vocablo. Se ha
hablado hasta la saciedad del sorpaso en el contexto de las
elecciones y se decía que Podemos, con Izquierda Unida, iba a
ponerse por delante del PSOE; que iban a conseguir más votos; que
iban a adelantarles; que iba a haber sorpaso. Sorpaso por aquí,
sorpaso por allá. El sorpaso nos tenía a todos confusos y
expectantes.
Es curioso que a estas
alturas, cuando estamos hasta la coronilla de que se introduzcan en
nuestro idioma vocablos en inglés, nos aparezca sigilosamente una
palabra italiana. Ya sé que se trata de una moda y que probablemente
pasará, pero no deja de ser curioso el préstamo de un vocablo
italiano que, a pesar de ser idioma hermano, no es de los más
representados en nuestra lengua española. Quizá por ser una lengua
tan parecida y familiar no se ha sentido la necesidad de incorporar
sus voces. De hecho, las más familiares y conocidas, curiosamente,
son aquellas relacionadas con el arte o con la cocina, tales como:
graffiti, dueto,
sonata, óleo, pizza, espagueti, capuccino o
tutti frutti.
Cierto que Italia, popularmente, se identifica más por estas cosas,
así que no debería extrañarnos que las palabras derivadas de esas
dos facetas de su idiosincrasia sean las más reconocidas. En esta
ocasión, lo curioso es el reciente uso del vocablo sorpaso, en
italiano sorpasso,
que significa
exactamente adelantamiento. Nada tiene que ver con el arte ni con la
gastronomía y, sin embargo, ahí que ha entrado con toda su fuerza.
¡Lo que es el lenguaje político!
Vayamos ahora a la anécdota:
¿Recuerdan ustedes la película “La escapada”, película de
1962, dirigida por Dino Risi y protagonizada por Vittorio Gassman,
Jean-Louis Trintignant y Catherine Spaak?, pues su título original
era “Il Sorpasso”.
Bien, no les voy a contar toda la película, sólo han de saber que
ocurre un fatal accidente de automóvil. Algo muy parecido a lo que
ha ocurrido en nuestras elecciones al partido que pretendía ese
sorpasso.
Sus dirigentes tenían que haber calculado todos los detalles o haber
visto antes la película. Les hubiera podido servir como un aviso y
así, tal vez, poder frenar a tiempo. ¡Mala suerte! Hay que ver más
cine de los 60.
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