Manuel, su mujer y sus dos hijos. FOTO EPDA.
"El suelo parecÃa olas, el mundo tembló bajo nuestros pies, y parte de nuestro municipio se desplomó ante nuestros ojos. Aquello parecÃa una pelÃcula". Quién le iba a decir a Manuel Miguel Sánchez Pérez, un vecino de Paterna hace cinco años cuando se fue a vivir a Lorca por cuestiones laborales, que iba a vivir en primera persona el terremoto más grave de este tipo ocurrido en los últimos 30 años en España.
Manuel Sánchez, de 45 años, su mujer y dos hijos pequeños abandonaron Paterna para emprender una nueva vida en Lorca, localidad donde residÃa parte de su familia y donde, además, le habÃan ofrecido un trabajo de jardinero. De aquello hace ya cinco años, y su vida, a pesar de ser lejos de su Paterna natal, era tranquila y feliz. Hasta el 12 de mayo.
Viendo la tele
Manuel y su familia se encontraban en casa a las 17.05, viendo la tele, cuando de repente, recuerda el valenciano "sentà que la tierra temblaba, fue un temblor seco, corto, que parecÃa una bomba y supe enseguida que a aquel movimiento sÃsmico le seguirÃa un terremoto. Cogà rápidamente a mis niños, de 5 y 11 y años y junto a mi mujer, salimos a la calle".
Allà se encontraron a numerosos vecinos, sigue recordando Sánchez, que también habÃan salido a la calle por miedo a que sus casas se derrumbaran. "Allà nos tiramos dos horas, sigue explicando a EPDA, esperando, ya que la localidad se llenó de policÃas y bomberos que obligaron a todo el mundo a abandonar sus hogares. Nos ubicaron en el bosque que hay enfrente de nuestro barrio, a esperar". Y fue allà precisamente, mientras hablaban de lo sucedido cuando, a las 18.45, la tierra de resquebrajó.
"Las fincas se movieron, algunas se despedazaron y el movimiento de la tierra simulaba al del mar. El suelo parecÃa olas, el mundo tembló bajo nuestros pies, y parte de nuestro municipio se desplomó. Mientras, nosotros desde el bosque, contemplábamos todo boquiabiertos, aquello era como una pelÃcula".
A pesar de los destrozos y las vÃctimas, el valenciano y su familia no sufrieron daños, y su casa, una construcción de 52 años, resistió el terremoto, sufriendo simplemente algunos rasguños. La familia tuvo que pasar la noche en la calle, haciendo piña con los vecinos, y los niños, dormir en el coche familiar. A pesar de que afortunadamente tuvieron mucha suerte, Manuel y su familia aún sufren pesadillas y están conmocionados por lo sucedido.
Ciudad fantasma
"Lorca parecÃa una ciudad fantasma los dÃas posteriores. VeÃas a tus amigos, vecinos, conocidos, deambular de un lugar a otro, intentando acceder sin éxito a sus casas a rescatar cualquier cosa, ante la negación de técnicos y aparejadores. Los comercios cerrados, la gente llorando, un niño que conocÃamos, muerto. 350 familias sin vivienda. Es terrible" .
La familia al completo viajó el fin de semana pasado hasta Paterna, donde reconocen que han recibido el cariño y apoyo de todos su vecinos. "Tras la pesadilla en Lorca, viajar hasta Paterna ha sido reconfortante. De una ciudad fantasma llegamos aquÃ, donde todo estaba normal. Las tiendas abiertas, nada derruido, la gente alegre, sin sonido de ambulancias. Todo era tan normal, que incluso nos resultaba extraño. Nos cargamos de energÃa y nos ha ayudado mucho".
Hoy, la normalidad parece volver hasta la localidad murciana, reconoce el valenciano, donde se ha recibido el apoyo de muchÃsimas parte de España, y afirma con orgullo, también de mis vecinos del UME Bétera. "En la riada de Valencia, recibimos mucha ayuda de Murcia, y ahora, dice alegremente, los valencianos nos la han devuelto".
A pesar de la tragedia, el vecino de Paterna reconoce ser afortunado, y afirma que ahora, "hay que tirar para adelante y seguir" ya que otra actitud, finaliza, no va a servir de nada.
Comparte la noticia
CategorÃas de la noticia