El trío Valarasen. FOTO EPDAEl domingo día 6
de noviembre a las 18 horas tuvo lugar en la Iglesia de San Lázaro en la calle
Sagunto de Valencia el concierto a beneficio de Cáritas parroquial que
interpretó el trío Valarasen que forman los músicos Ignacio Lara – violín;
Adriana Sena – violonchelo; y Arturo Asensi – piano.
Se interpretó un variado
repertorio con obras de Rachmaninoff, Novacek, Cassadó,
Fauré, Bach, Chopin, Beethoven, que en todo
momento fueron aplaudidas en la magna interpretación que hicieron los músicos.
En la primera parte actuaron de forma solitaria cada uno de ellos siendo el
orden primero el pianista Arturo Asensi, que interpretó Preludio y Fuga BWV 854 de J. S. Bach,
Romantic Fantasy de E. Artal, y Balada Nº 4 Op. 51 de F. Chopen; en segundo lugar Ignacio Lara interpretó con
el violín, (acompañado al piano por Antonio Gil Vodermayer) Vocalise de S. Rachmaninoff y Perpetuum Mobile
de O. Novacek para acabar Adriana Sena con el
violonchelo (acompañada al piano por Nieves Pascual) que nos deleitó con
Elegía de G. Fauré y Requiebros de G. Cassadó. Todos ellos muy ovacionados después de cada
actuación, ya que sobradamente demostraron su buen hacer y su exquisitez a la
hora de interpretar las obras.
La
segunda parte interpretaron los cuatro
tiempos del Trío en Do menor Op. Nº 3 del
compositor alemán Beethoven: 1 Allegro con brio. 2 Andante cantabile con
variazioni. 4 Minuettto – Trio, 4 Finale
prestísimo.
De bis, interpretaron dos piezas
de un conjunto de 5 pequeñas piezas para 2 violines y piano, arregladas para
violín, cello y piano. "Waltz" y una nueva "Polka" que gustó
mucho, porque es muy divertida, además de estar muy bien interpretada.
Los músicos comentaron después de
la actuación: “Estamos muy contentos por el concierto, la segunda parte
sobre todo. El final apoteósico. ¡El público estuvo magnífico! Que a decir verdad
respondió muy bien, mucho silencio en todo momento, ¡un respeto total!”, señalaron a El Periódico de Aquí.
Quizás sea una forma muy
entretenida de pasar la tarde de un domingo, la iglesia de san Lázaro de la
calle Sagunto, resultó un magnífico auditorio, un cuadro con los hermanos de
Betania y un joven Jesús presidiendo, y una imagen, una talla hermosa de la
Virgen de los Desamparados, sin manto, haciendo de telón de fondo por una causa
inmejorable para los tiempos que corren: “Cáritas, tengo la música, tengo la
alegría y la esperanza, tengo… a Dios. Solo me faltas tú”. Y sobre todo el buen hacer y mejor ejecutar
de unos dioses terrenos que nos acercaron con su música al Dios celestial. Los instrumentos
en manos de tan “buena gente” y tan “buenos músicos”, nos dieron la felicidad y
paz en una tarde lluviosa y desapacible que no consiguió dejar una sola silla vacía
ni de la planta baja ni del coro, hasta el pequeño atrio se encontraba cerrado
por aquello tan manido “no quedan localidades”. Solidaridad y música son la
última lección que nos dio el trío que forman Ignacio, Adriana y Arturo. Una vez más felicidades.
*José Salvador Murgui es cronista oficial de Casinos y académico de la RACV.
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