El último informe del Instituto de Ecología Litoral concluye la excelente calidad de las aguas de la costa oriolana

            La calidad de las aguas de la costa oriolana es excelente, según se desprende del informe enviado por el Instituto de Ecología Litoral a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Orihuela. Para obtener este resultado se evalúa el índice de conservación de la pradera de Posidonia en todas la estaciones estudiadas.  Este análisis se enmarca en el proyecto POSIMED que financia la Diputación Provincial de Alicante.

            Las inmersiones se han realizado frente a las once playas galardonadas con banderas azules: Punta Prima, Cala Bosque, La Caleta, Cala Capitán, Aguamarina, Campoamor, Barranco Rubio, Cala Estaca, Cala Mosca, Cala Cerrada y Mil Palmeras. En todas ellas se concluye que los valores en el índice de conservación de esta pradera han mejorado respecto a años precedentes. Esto se debe a que en la superficie muestreada se ha registrado menor porcentaje de mata muerta de lo que se obtuvo en el año 2020.

            Año tras año, la localización de los muestreos no es exacta, si bien aunque la pradera se encuentra en buen estado presenta algunas pequeñas manchas de mata muerta. Estas huellas son producidas por el fondeo de las embarcaciones. En este sentido, el concejal de Medio Ambiente, Dámaso Aparicio, ha valorado  positivamente el anuncio realizado por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Comunidad  de reforzar mediante un decreto la protección de las praderas de posidonia oceánica con una partida destinada a la creación del Servicio de Vigilancia Marina. “No obstante hemos alegado a esta propuesta de decreto al considerar que está poco desarrollada ya que no concreta exactamente las actuaciones y debe ser más especifica”, ha comentado el edil.

            El proyecto POSIMED comenzó en 2001, bajo el nombre de “Red de control de las praderas de Posidonia oceanica en la Comunidad Valenciana”, con el fin de realizar el seguimiento del estado de conservación de las praderas de P. oceanica, y al mismo tiempo, implicar a la sociedad en su seguimiento, y por tanto, concienciar sobre la necesidad de su preservación.