Imagen de la charla. Foto: EPDA.
La
capacidad de observación, de discernir los colores, el sentido del olfato, las
diferentes respuestas ante una situación de estrés, la expresividad del rostro
son algunas de las cuestiones que se trataron ayer en la charla “cerebro
masculino, cerebro femenino, ¿iguales o diferentes?”, impartida por el
picassentino JoséÁngel Traver,
ATS, Master en Programación Neurolingüísitica y Coach. Un acto que fue
presentado por la concejala de Igualdad, Belén
Bernat, y que contó con una gran acogida, ya que se completó el
aforo de la Sala de Exposiciones.
Con
un inicial recorrido por la historia del ser humano, Traver, fue explicando la
evolución del cerebro y todas aquellas características que han ido determinando
el desarrollo distinto del cerebro de las mujeres y los hombres. Aparentemente,
sólo curiosidades, pero que al final han quedado demostradas científicamente,
ahora que en el siglo XXI se puede observar el funcionamiento del cerebro
mediante un escáner cerebral.
Partiendo
de la teoría del cerebro triuno del neurocientífico norteamericano, Paul Mc Lean,
según el cual, en el cerebro humano coexisten tres: el reptil, el límbico o
emocional y el necortex, Traver fue dando explicación de los diferentes
comportamientos del hombre y la mujer. “Mientras el cerebro masculino está bien definido
por áreas, el de la mujer está completamente interconectado, por este
motivo,
ellas tienen más capacidad para hacer varias cosas a la vez. Además, las
mujeres, a cada hecho le asignan una emoción, de ahí su facilidad para recordar
muchas más cosas que los hombres”, explicaba Traver.
Por otro
lado, datos como que las mujeres tienen un 11 % más de neuronas en el área del
cerebro que corresponde al lenguaje y al oído, explican, por ejemplo, que las
niñas a la edad de 3 años estén mucho más avanzadas en el tema del habla que
los niños. Éstos y otros numerosos detalles que se dieron a conocer ayer
en la charla, pueden llevar a la conclusión que “a veces, hombres y mujeres discuten por
tonterías”, afirma José Ángel, cuando sólo hay que partir del
entendimiento que, en un momento determinado, los puntos de vista de uno o de
otro, por motivos biológicos, sencillamente son distintos.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia