Mira tu por dónde... Ahora va y representantes de todos los partidos del nuevo régimen aparecen señalados por el dedo inquisidor de la imputación. El caso Imelsa o la operación Taula se democratiza y salpica al PSPV, a Compromís y a Esquerra Unida. Será por que lo demandan las calles, será por que lo pide la ciudadanía, será por que lo exige la gente... como los nuevos gurús de la mala política actual lo vociferan por doquier para justificar su praxis política amateur y sectaria. Las grabaciones de Marcos Benavent no son discriminatorias y ahora llega el momento de los partidos del Acord del Botànic. Expectantes de observar como gestionan el brete, si tan vociferantes como cuando son los contrarios los protagonistas, o con la boquita pequeña. De piñon.
Tendrán ahora todos que dimitir, supongo... Como ellos mismos han exigido y machacado día sí y día también cuando la paja estaba en el ojo ajeno... Ahora no valdrá aplicar eso tan trasnochado de la presunción de inocencia, o al menos de explicación. Todos al paredón del juicio mediático irredento. No hay vuelta atrás. A poner sus actas a disposición del partido y a su casa. Se supone, ¿no?. ¿Verdad?. ¿Perdona?...
La lista es larga, y se espera abultada... Tres vicepresidentes de la actual Diputación de Valencia -del PSPV, de Compromís, de EU-, el alcalde socialista de Gestalgar, el exalcalde de Compromís de Otos -del inmaculado partido de Mónica Oltra Iniciatica del PV-, sindicalistas de UGT y CCOO de las brigadas forestales provinciales... Hasta el todopoderoso José Manuel Orengo, exalcalde socialista de Gandia y hasta hace una semana jefe de gabinete del actual presidente de la Diputación Jorge Rodríguez, al cual el partido escondió hace días, sustituyéndolo de su cargo y apartándolo de la primera línea... Previene que algo queda, hasta la victoria final.
Es que no te puedes erigir como el repartidor de patentes de corso anticorrupción y luego sucumbir en el mismo lodazal. Es que no puedes denunciar sollozando que te presionan y hacen escraches cuando gobiernas, y anteriormente al dirigente contrario de turno le hacías la vida imposible con esas mismas prácticas que ahora denuncias y condenas. Un poco de coherencia y dignidad. Un poco de sentido común y decencia. Por que en política no todo vale. Sinó la ciudadanía acabaremos por cansarnos y no creernos nada. La tan manida desafección, vamos...
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