Fernando Sánchez Cerezuela. //EPDA
A
las 11:30 de la mañana del día 3 de junio de 1927, el Rey Alfonso
XIII llegaba al Puerto de Sagunto procedente de Valencia a bordo de
un buque de nombre Vicente Puchol. El ilustre personaje fue
recibido por las autoridades locales, encabezadas por el alcalde
Luis Casanova, las bandas de música, por Ramón de la Sota y su
cuñado Eduardo Aburto, en representación de las Compañías Minera
y Siderúrgica instaladas en esta población. Ese día, todos
los barcos del Puerto estaban adornados con banderas y gallardetes
haciendo honores a tan ilustre visita. El monarca vino
acompañado de una gran comitiva que iba en otro buque que le siguió
de cerca en todo el recorrido realizado desde la capital del
Turia, se trataba del buque J.J. Sister (Juan José Sister).
Su
majestad, montado en un automóvil marca Lincon, visitó la ciudad
histórica de Sagunto e inauguró el monumento que en honor a su
padre, el Rey Alfonso XII, se había levantado para recordar su
proclamación, por el general Martínez Campos, en el año 1874.
Vuelta a la ciudad
Tras
los honores y una breve visita guiada por la ciudad monumental,
volvió al Puerto de Sagunto para visitar la factoría Siderúrgica.
Visitó los Talleres de Laminación, los de Carriles, los Hornos de
Acero y los Altos Hornos. Todo su recorrido duró aproximadamente una
hora y media:
“Donde
con mayor interés se detuvo el Monarca a contemplar sus maniobras,
fue en la nueva sección, establecida de reciente en dichos Altos
Hornos, dedicada a la laminación del acero, cuyo tren
estructural le gustó mucho...Su majestad conversó con los
ingenieros, inspeccionándolo todo y percatándose de hasta de
los mil detalles que a los ojos de un profano pasan desapercibidos,
mostrándose al corriente de los grandes problemas técnicos…
Para
dar una idea de cómo ha sido agasajado el Rey, debemos
consignar que D. Ramón de la Sota se ha traído ex profeso de Bilbao
toda su servidumbre y servicio, con gran vajilla de oro de su
propiedad”.
Banquete en la Gerencia
Posteriormente,
como cita la noticia, se le ofreció un banquete en el edificio
de Gerencia de la Compañía. En dicha comida, estuvieron presentes
además del Presidente del Gobierno Primo de Rivera, algunos de
sus ministros y una amplia representación del espectro de poder
de la España de esos años. Ramón de la Sota estuvo todo el
tiempo pendiente de que el monarca se sintiera como en casa,
mientras se producía el banquete, en el buque Vicente
Puchol, se sirvió también un almuerzo para todos los invitados el
cual estuvo amenizado por piezas musicales.
Fueron
muchos los obreros que le mostraron afecto al rey y el Puerto de
Sagunto se engalanó para celebrar esa efeméride que ha quedado
en la memoria para la posteridad. Después de recibir el cariño de
los trabajadores porteños y de toda la población que
salió al paso de la comitiva para expresarle todo el afecto y tras
un afectuoso abrazo a Ramón de la Sota en el puerto, se despidió y
subió al buque que lo devolvería a la capital desde la cual
proseguiría con sus visita a tierras valencianas.
Cabe
señalar que por entonces la población de Puerto de Sagunto era
conocida y nombrada en la prensa como el Puerto de Canet.
Comparte la noticia