El Villarreal ha anunciado su encuentro con este montaje. /EPDA No había rivales fáciles en el bombo pero al Villarreal le ha tocado otra vez uno de los peores rivales posibles. El Bayern de Múnich no sólo es el gran dominador de la Bundesliga y siempre uno de los favoritos para la gloria europea, sino que llega en un estado de forma y moral excelentes después de arrasar al RB Salzburgo por 7 goles a 1 en la vuelta de los cuartos de final de la Champions.
Sin embargo, y a pesar de la buena forma de los alemanes, el Villarreal ya ha demostrado su capacidad de tumbar gigantes como la Juventus de Turín a quién goleó en casa, y el camino a la final de la Champions, el gran partido de la temporada en el viejo continente, nunca fue fácil.
En el resto de cruces el Real Madrid ha sido emparejado con un Chelsea en plena crisis institucional después de que el gobierno británico haya forzado la venta del club como medida de castigo a los oligarcas rusos que apoyan a Vladimir Putin. El Chelsea sigue siendo un rival terrible (no en vano sigue tercero en la Champions League), pero con jugadores tratando de forzar su salida, y un escenario incierto sobre el nuevo propietario el ambiente en el vestuario no es el mejor.
El Atlético de Madrid se las verá con el City de Guardiola. Un nuevo duelo táctico de dos estilos de fútbol que muchos ven como antagónicos y que enfrentará a dos equipos que se han convertido en los últimos años en eternos aspirantes al trono europeo.
El último cruce enfrentará al Benfica portugués con el Liverpool de Jurgen Klopp.
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