"El virgo de Vicenteta" abre el ciclo cine de Etnología dedicado a la valencianidad

La proyección de "El Virgo de Vicenteta", de Vicente Escrivà, abrirá el próximio 21 de marzo el ciclo de cine del Museu Valencià d'Etnologia "Tres mirades sobre la valencianitat" organizado con la colaboración del Institut Valencià de la Cinematografia Ricardo Muñoz Suay-La Filmoteca. Este ciclo de cine es el primero de los dos previstos para 2012. El próximo se realizará en junio con una temática relacionada con el cine de viajes: "Viatges de Cine". En "Tres mirades sobre la valencianitat" el Museu Valencià d'Etnologia ha reunido tres películas de los directores Vicente Escrivà y Carles Mira: "El virgo de Vicenteta" (1979. Vicente Escrivà); "Con el culo al aire" (1980. Carles Mira), que se proyectará el 28 de marzo, y "Que nos quiten lo bailao" (1983. Carles Mira), el 4 de abril. El ciclo pretende aportar la visión cinematográfica de temas relacionados con las muestras temporales del Museu Valencià d'Etnologia y proponer, a través del cine, reflexiones sobre los componentes sociológico y cultural de las diferentes sociedades. En esta ocasión y con motivo de las celebraciones falleras, el Museu Valencià d'Etnologia quiere mostrar, sin complejos, al público que no ha tenido acceso a estas películas, un cine que ha afrontado los tópicos más chirriantes sobre la cultura popular valenciana, haciéndose eco de una tradición centenaria de literatura satírica y festiva vinculada a conceptos tan centrales en la imagen pública de la valencianía como son la coentor y la brofegada. Cine para "retornar al barracón de feria y devolverle su magia" Carles Mira (1947-1993), hizo en su momento unas declaraciones en la prensa que resultan el mejor resumen de las intenciones que han llevado al Museu Valencià d'Etnologia a poner en marcha el ciclo Mirades sobre la valencianitat. Mira exponía en el rotativo "El País" su deseo de hacer un cine para: "retornar al barracón de feria y devolverle su magia", un cine que "no haya que ver de rodillas, un cine bailable, sabroso, que se deje meter mano, un cine que huela a tomillo y a cebolla, que esté cosido a mano y que se pueda quemar alegremente al inicio de cada primavera. Para mí, los tres vértices de este tipo de cine son: las raíces, el sentido de fiesta y lo que entiendo por lo popular".