Guillermo Sampedro.
Con
la campaña electoral apurando sus últimos días, los partidos ya
queman sus últimos cartuchos. Ahora, el que nos quieren vender es el
del voto útil, el mismo que intentó en su día el PSOE de Felipe
González, luego el de Zapatero, y que ahora se ha vuelto una
petición generalizada más acorde con la vieja política que con la
que necesitamos.
Un
voto útil que siempre ha servido para consolidar el bipartidismo y
que ha contribuido a convertir votos de izquierda en votos a favor de
la oligarquía.
Que
no os tomen el pelo. El único voto útil para las personas de
izquierda es el voto a la izquierda, la que no oculta su mensaje ni
lanza mensajes ambiguos para robar espacio en el centro. Es el voto a
Esquerra Unida-Unitat Popular y a Izquierda Unida, una fuerza que
pretende (y que es y ha sido) ser la voz de las personas que están
sufriendo las políticas de recorte que han venido aplicando PP y
PSOE.
Además,
cada voto cuenta para sumar un grupo parlamentario que nos permita
luchar desde las instituciones lo que ya venimos luchando en las
calles. Un grupo, con Alberto Garzón al frente y con Ricardo Sixto y
Roser Maestro, que será la única alternativa real para lograr un
cambio real al sistema capitalista. Nada de maquillajes ni caretas,
sino la alternativa y la voz de la clase trabajadora y de la calle,
frente a partidos que se venden como cambio y no son más que
recambio.
Como
diría Alberto Garzón, el verdadero voto útil, el voto hermoso, el
voto determinante, es aquel que se hace de acuerdo a los principios y
valores, el que se hace con el corazón.
Por
ello, el próximo domingo, el 20D, vota Esquerra Unida-Unitat
Popular, el voto útil para la gente de izquierdas.
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