Eduardo del Pozo Querol. /EPDAEstamos en periodo electoral. Ahora, los que gobiernan lavan la cara a la ciudad, asfaltan calles, tapan baches, hacen alguna que otra obra y prometen y prometen.
Como candidato a la alcaldía de Castelló, por Ciudadanos, los liberales, machacados y masacrados por medios y partidos, alguno de ellos, se les tendió la mano y ahora la muerden. En política para algunos todo vale, hasta lo que no vale. Como liberal y amante de mi ciudad denunciare las tropelías que en la misma se han hecho y hacen. No callaré ante la parálisis que desde hace ya dos décadas sufrimos. Ahora el Fadrell, antes el PP, pasan los años y seguimos igual estancados.
Hay hartazgo de que nos vendan solo polarización, frentismo y mucho humo. Todo les vale para justificar el quítate que me pongo yo. Su alternancia no se ha notado en Castellón, los que nos gobiernan los últimos 7 años eso si, le han quitado la "N" a la ciudad, la cruz del Ribalta se la han llevado a 350 metros y hacen ahora obras en busca del voto. La remodelación del Lledó, lo que pudo ser y no fue. La Plaza la Paz, después de dos años anunciando sus obras ahora las empiezan 832.000 euros que podrían haber sido invertidos en otras muchas calles y plazas más necesitadas y urgentes. La Farola, emblemática, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), de hierro forjado, corrosión por falta de mantenimiento, hasta le falta una farola desde hace tiempo, pero ahora se acuerdan cuando llegan las urnas.
La Marjalería pasan las legislaturas, promesas y más promesas, parches y más parches. Hace falta compromisos y cumplirlos. Mi compromiso si gobierno, como si necesitan mi apoyo para gobernar, es solucionar, dar salida a la Marjaleria en la legislatura. No podemos seguir tirando balones fuera durante décadas.
Los barrios requieren de una atención especial, cada uno tiene sus peculiaridades y problemas. El centro, nuestro centro, nuestros comercios, la vida en el centro, es nuestro escaparate de ciudad, hay que facilitar el acceso al centro, al comercio, hay que rehabilitarlo, embellecer sus calles y plazas. Presupuestan en el Ayuntamiento de Castellón 1,4 millones de euros en turismo de un presupuesto de casi 200 millones de euros, me pregunto dónde están los turistas y la rentabilidad de la inversión.
Hay que darle la vuelta a la tortilla. Hay que poner a Castelló en el mapa y esa será mi premisa desde el minuto uno. Porque o cambiamos o seguiremos teniendo más de lo mismo.
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