Pere Valenciano. FOTO EPDA Las próximas elecciones al Parlamento europeo supondrán un antes y un después en la política española, entendida hasta ahora como una obra de teatro con dos protagonistas y cameos puntuales de actores secundarios. La corrupción y la crisis económica han desgastado a PP y PSOE a niveles inéditos en la democracia, abriendo las posibilidades a numerosas formaciones, que tienen en la circunscripción electoral única una oportunidad para lograr escaño en Estrasburgo.
El primero en dar a conocer a su candidata y el resto de componentes de la lista cremallera es el PSOE. Elena Valenciano liderará la lista al Parlamento europeo y este fin de semana se han conocido el resto de integrantes. Desde un punto de vista valenciano -valga la redundancia y paradojas de la vida-, el PSPV-PSOE sólo cuenta con Inmaculada Rodríguez Piñeiro en el mágico puesto 7. Ésta ocupó un alto cargo en el gobierno de Zapatero y encabezó la candidatura en las pasadas elecciones generales por la circunscripción de Valencia. Si excluimos a Enrique Guerrero, -también valenciano, pero incluido por ser un ex fontanero de Moncloa- resulta que la federación valenciana socialista, la tercera en militantes, no ha colocado a nadie más en representación de esta tierra, cayendo Pepa Andrés y Andrés Perelló, actuales eurodiputados que no repiten.
La historia se repite para desgracia del socialismo valenciano, que históricamente ha tenido muy poco peso específico en el partido nacional desde que Ciprià Císcar dejó la secretaría de Organización. Desde entonces y gestora, tras gestora, y tras fracaso en fracaso de secretario general en secretario general -entiéndase Joan Ignasi Pla y Jorge Alarte-, nunca el PSPV-PSOE ha sabido valer su poder territorial dentro del PSOE. Una vez más, ha sido marginado en favor de otras federaciones, como la catalana o la andaluza. Con razón Ximo Puig, reforzado tras el proceso de primarias, anda molesto, muy molesto. Pero con eso se va a quedar el PSPV-PSOE, con el derecho al pataleo y con pocas voces valencianas que defiendan los intereses de la Comunitat en el Parlamento europeo.
En el PP aún andan deshojando la margarita y han postergado a la primera semana de abril la elección del candidato y sus acompañantes al Parlamento europeo. El rumor creciente de la elección del ministro Miguel Arias Cañete no acaba de consolidarse, frenada la decisión por parte de Rajoy de esperar al próximo mes.
Y es que el Partido Popular es posiblemente, junto al PSOE, el que más se juega en estas elecciones, tradicionalmente invisibles para una gran mayoría de españoles. Pero estos comicios van a servir para conocer el alcance del desgaste que sufre el Partido Popular y el PSOE, de manera que para ambos es fundamental ser el partido más votado y obtener un resultado digno, pues lo que pase en Europa se interpretará en clave nacional. De ahí que Mariano Rajoy espere hasta el último momento, porque se juega mucho.
En cualquier caso, estas elecciones van a dar alas a otras muchas formaciones, que aprovecharán el voto en circunscripción nacional única -la suma de votos en toda España- para obtener escaño a costa del desgaste de PP y PSOE, así como de la corriente crítica con una Unión Europea que ha impuesto a España durísimas condiciones para superar la crisis. Entre los más beneficiados estarán UPyD e Izquierda Unida, pero también tienen opciones CIU y ERC de lograr un gran resultado, junto a Ciutadans y posiblemente Compromís, que podría lograr un eurodiputado para toda la legislatura.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia