Era
el 25 de abril de 2006 y el club de una pequeña ciudad castellonense
jugaba el partido más importante de su historia. Lo hacía en la
Champions League frente al Arsenal, un clásico del fútbol inglés
repleto de jugadores de primer nivel como Cesc, Ljungberg, Pires o
Henry.
En
dicha ocasión, la cara de la moneda cayó de lado de los gunners,
que tuvo en el guardameta alemán Lehmann su amuleto de la suerte. El
Villarreal personalizó el lado amargo de la eliminatoria en el
argentino Riquelme, que falló un decisivo penalti ante el cancerbero
alemán.
Ahora,
sin embargo, el Submarino Amarillo ha superado los fantasmas del
pasado y tiene una nueva ocasión para hacer historia, esta vez, en
la UEFA Europa League.
Un torneo, varios candidatos
Los
de Unai Emery afrontaba su participación en dicha competición
europea con la máxima ilusión. De hecho, predecir un campeón para
este torneo no era una tarea tan fácil como apostar
por el ganador de la liga de 2020-2021 en España, por ejemplo. Y
esto era algo que dejaba abiertas las opciones de los castellonenses.
El
Villarreal tuvo que enfrentarse a Maccabi Tel Aviv (Israel),
Sivasspor (Turquía) y Qarabag (Azerbaiyán) en la fase de grupo de
la competición. A
priori, los
oponentes de los españoles no tenían mucho nombre, pero el técnico
de Hondarribia, con tres títulos de Europa League a sus espaldas,
era más que consciente que en este tipo de competiciones no existe
rival pequeño.
El
Submarino Amarillo se tomó tan en serio esta fase inicial que selló
su pase a dieciseisavos
de final en la penúltima jornada ante el Sivasspor. De hecho,
finalizó primero de grupo con 16 puntos, habiendo ganado cinco
partidos y empatado uno. Los números dejaban claro que no iban a
especular y que disputarían cada encuentro como si fuese el último.
La solvencia del Submarino
En
dieciseisavos de final no tuvo un rival sencillo, puesto que tuvo que
verse las caras con un oponente que llegaba tras haber caído en la
fase de grupos de la Liga de Campeones: el RB Salzburgo. Sin embargo,
el Villarreal fue capaz de superar al conjunto centroeuropeo tanto en
Austria (0-2) como en España (1-2).
Quiso
el destino que otro equipo ex Champions, el Dinamo Kiev, se cruzara
en el camino de los amarillos. Los ucranianos también eran
conocidos, puesto que existían precedentes entre estos dos equipos.
En cualquier caso, los de Villarreal superaron con cierta facilidad a
su rival, ganando por 2-0 tanto en la ida jugada en Kiev como en la
vuelta disputada en La Cerámica.
Los
de Emery se encontraron en cuartos de final con el Dinamo Zagreb. El
conjunto croata venía
de tumbar al Tottenham en la ronda previa y de realizar un torneo
más que meritorio. Sin embargo, pocas opciones tuvieron ante el
equipo liderado por Gerard Moreno, ante el que cayeron por 0-1 en
Croacia y 2-1 en España.
Con
esta inmaculada lista de resultados llegó el Villarreal a
semifinales de la UEFA Europa League. Sus rivales, como en aquel
fatídico año, fueron los británicos del Arsenal. Pero en esta
ocasión la suerte no iba a confabular en contra de los
castellonenses. Esta vez el destino no iba a privar a los españoles
de conseguir alcanzar la ansiada final. El 2-1 en La Cerámica y el
0-0 en el Emirates Stadium así lo confirmaron.
El sueño amarillo, mucho más cerca
Ahora,
el Villarreal tiene en sus manos cumplir el sueño que no pudo hacer
realizar allá por 2006: levantar un título europeo. Frente a ellos
tendrán al Manchester United, un histórico del fútbol Mundial que
actualmente está viviendo una temporada de lo más dulce gracias a
la labor de Solskjaer y de jugadores como Cavani, Rashford, Bruno
Fernandes o Pogba, entre otros.
La
cita tendrá lugar el próximo miércoles 26 de mayo a las 21:00 en
el Arena Gdansk de Polonia, momento en el que veremos si con la
magistral dirección de Emery, la historia del fútbol salda la deuda
pendiente con los aficionados de esta pequeña localidad
castellonense.
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