Imagen de Claramunt El
viernes 29 de noviembre, en el restaurante de la cooperativa Copuzol, Enrique
Claramunt Torres, «Claramunt II», recibió un homenaje de sus compañeros de la
Unión Deportiva Puçol, como reconocimiento a su larga trayectoria en el mundo
del fútbol. Directivos, jugadores y familiares estuvieron presentes en una
jornada emotiva y llena de imágenes históricas.
El
viernes 29 de noviembre, a las 21.30 horas,en el restaurante
de la Cooperativa, tuvo
lugar un emotivo homenaje
a Enrique Claramunt por su trayectoria como
entrenador de la escuela de fútbol de la UD Puçol.
La
iniciativa estaba promovida por sus antiguos jugadores, asistieron más de 50 personas y contó con la presencia de su hermano
Pepe Claramunt, acompañado
de su mujer, Pascual Orero (amigo y expresidente de la UD Puçol), Vicente
Forment (amigo y exjugador del Valencia CF) y José Saliner, actual presidente
del club local.
Por
parte de los que un día fueron sus jugadores acudieron alrededor de unas 40
personas no solo de Puçol sino de Valencia y otros pueblos. Enrique también
estuvo acompañado de su mujer, sus hijas, su yerno y su nieta.
El
homenaje comenzó con una cena, seguida de un discurso introductorio sobre su
etapa como jugador y como entrenador.Un vídeo y una selección de fotos sirvieron
para ilustrar su trayectoria.
La
entrega de detalles comenzó con los dos presidentes de la UD Puçol, el actual y
el de su etapa como entrenador, quienes hicieron entrega de un balón y una
camiseta firmados por todos los presentes.
Posteriormente,
los promotores del evento y antiguos jugadores Miguel Blasco y Esteban Soriano hicieron
entrega de una placa conmemorativa Enrique Claramunt y un ramo de flores para
su mujer Teresa.
Por
último, el homenajeado dedicó unas palabras a los presentes. Fue un discurso
cargado de emotividad y felicidad por la organización y por la presencia de
muchos de los que un día fueron sus jugadores.
Como
cierre, la junta organizadora agradeció su apoyo a todos y en especial a Juan Sebastiá, por
su trabajo en el montaje del vídeo y las fotos.
«El homenaje sorpresa fue un
rotundo éxito en todos los campos, no sólo por la felicidad radiante que
desprendía Enrique, sino también por los grandes momentos de
nostalgia y emoción que experimentamos los allí presentes, ya que muchos no nos
veíamos desde hacía más de 32 años», apunta Esteban Soriano.
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