Pere Valenciano. FOTO EPDA En pleno debate nacional sobre la financiación de los partidos, uno de los males de la democracia española, que dio alas a una financiación oscura, cuando no irregular, de las formaciones, me llega la noticia de que un empresario ‘guadiana’ de la ciudad, se ha puesto manos a la obra a apoyar a una corriente concreta de un partido de Sagunto. De momento, no voy a dar nombres para evitar querellas, pero está contrastado que pretende apoyar para después cobrarse la factura.
No es nuevo. Este empresario en concreto lleva jugando al ajedrez saguntino apoyando a equipos distintos según le dicta su olfato electoral. En las pasadas elecciones municipales apoyó a uno de los partidos, con arraigo en Puerto de Sagunto, y lo sigue haciendo ahora, ampliando su estrategia a otras posibilidades. El perfil de los políticos es parecido: manejables, sin escrúpulos y con el único objetivo de sacar tajada de los contribuyentes.
Cuando nos rasgamos las vestiduras ante Bárcenas y la lista de ‘donaciones’ que recibía en A, en B y en cromos del Coyote, presuntamente, resulta que aquí mismo, delante de nuestras narices, hay empresarios que financian campañas y pagan las cuotas de militantes para ganar congresos o primarias, con la vista puesta en el día después de las elecciones municipales, momento en que pasará a cobrarse los servicios prestados.
El mismo empresario que invita a cenar a alcaldes y concejales a su casa para, después, reírse de ellos.
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