En estos tiempos de excepcionalidad marcados por la pandemia mundial no hay cabida para utilizar la demagogia
como instrumento político, y me apena que así haya sido en los momentos más duros de cada ola.
Desde el grupo municipal socialista, desde el primer momento de la emergencia sanitaria, hemos tenido la mano, desde la lealtad y el respeto, para afrontar la presente situación de la mejor forma posible siempre pensando en el bien de nuestros vecinos y vecinas; a través de nuestras propuestas, haciendo una oposición constructiva y responsable en cada sesión plenaria, en comisiones, en junta de portavoces, incluso en algunas llamadas
telefónicas.
Hemos velado por los sectores más afectados, vulnerables y hemos exigido estar a la altura de las circunstancias. En definitiva, hacer política en mayúscula, la que está al servicio de la ciudadanía. Pese a ello, el equipo de gobierno del Partido Popular no ha contado con nuestras propuestas para la reestructuración del presupuesto municipal para este 2021, pese a ello hemos vivido reacciones patéticas y fuera de lugar.
Nuestra sensibilidad con la situación actual ya ha hecho plantear medidas concretas, como el ‘marketplace’ para el comercio, eliminar gastos superfluos y, sobre todo, aumentar, más si cabe, toda inversión para proteger a los más vulnerables.
Porque no hay que olvidar que en los momentos más difíciles es cuando realmente tenemos que estar más unidos, “pese a quien le pese”, y gestionar para que nadie se quede atrás. Porque de esta crisis solo saldremos si estamos juntos y juntas. Esta es nuestra premisa, la de la unidad, la de aparcar nuestras discrepancias políticas y tener un único objetivo común, que no es otro que el de ser útiles. Esto es lo que espera la ciudadanía de nosotros y nosotras. Hagámoslos. Demostremos que trabajamos por el bien común y no por intereses particulares y partidistas, con el fin de no convertir la política municipal en un circo popular.