Enrique Bañuelos lleva años acaparando el interés mediático en varios países del mundo. /EPDALa apertura de la bolsa ha traído malas noticias para el conocido empresario saguntino Enrique Bañueños, quien fuera una de las figuras preminentes en la España de la burbuja inmobiliaria a causa del auge y caída de Astroc, su famosoa inmboliaria que pasó de celebrar paellas gigantes en el Central Park de Nueva York a protagonizar una de las caídas bursátiles más acusadas que se recuerdan en España.
Esta vez la empresa quebrada es Inzile, una empresa sueca de construcción de coches eléctricos que ha anunciado su declaración de bancarrota en el Nasdaq First North Growth Market, la sección dedicada a las empresas disruptivas de norte de Europa del prestigioso ínidice Nasdaq de cotizadas tecnológicas.
Inzile estaba controlada por Enrique Bañuelos, muy implicado en el sector de la electrificación móvil desde que entrara en el accionariado del campeonato de la Fórmula-E, la competición de velocidad en coches eléctricos que intentó hacerse hueco en el competitivo mercado de los eventos deportivos.
A pesar de que Bañuelos salió del evento, que había implicado a conocidos nombres como Alejandro Agag, pero no del mercado de la electrificación y la movilidad alternativa. Sin ir más lejos, el conocido empresario lidera un HUB de empresas dedicadas a la descarbonización que ha sido el único que se ha presentado en la puja de los terrenos que ha dejado Nissan en la Zona Franca de Barcelona.
El proyecto ahora ha sufrido un vaivén reputacional tras la quiebra de Inzile. La empresa sueca no ha podido hacer frente a sus obligaciones financieras (concretamente a un préstamo de 4,6 millones de euros), lo que ha llevado a la justicia sueca a dar visto bueno a la declaración de bancarrota de la empresa. Un golpe grave ya que Inzile formaba parte del proyecto para Barcelona, y contaba con las instalaciones de Nissan para impulsar su actividad.
Bañuelos entró en la compañía en 2021, después de la pandemia, y desde entonces la valoración de la empresa ha pasado de 227,3 millones de euros a tan “solo” 10,12 millones.
Los paralelismos con Astroc no dejan de comentarse, aunque también es cierto que Inzile nunca fue una empresa tan poderosa como aquella constructora que creció de la mano de la más que polémica política urbanística de un Canet d'En Berenguer manejado por el Secretario José Antonio Sancho y el alcalde Enrique Altabella, y que acabó haciendo desaparecer los ahorros de muchos accionistas.
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