Manuel Andreu, más conocido como "Manolo". FOTO: EPDA.
Manuel Andreu, "Manolo" nació en Valencia, pero desde
hace 15 años vive en Puçol. Hasta entonces, trabajaba en una tienda de bicis
como hobby. Lleva seis años enseñando
habilidades en bicicleta para ser un buen triatleta. Se encarga del área de
ciclismo de la escuela del Tripuçol, en la iniciación y el nivel intermedio con
niños que van desde los 6 años el más pequeño hasta los 12 del más mayor.
Iniciación a la bici,
habilidades con ella, control, educación vial y lo básico para salir. Y, con
los mayores, ya más en serio, se atreve a ir por senderos, caminos y, desde
enero, por carretera.
—¿Cuántas bicis debe
tener un triatleta?
—A partir de determinada
edad, ya se necesitan dos tipos de bicis. La de montaña proporciona más control
y, cuando se adquiere la habilidad, ya es más fácil pasarse a la bici de carretera.
La bici de carretera enseña a rodar a ritmo, pero la de montaña da habilidad y
agilidad. En el triatlón adulto, las carreras más importantes son en carretera,
el Ironman, por ejemplo, se hace con
bicis de carretera y, además, muy específicas… es todo un mundo aparte.
—¿Cuáles son los
objetivos que se ha propuesto esta temporada?
—Estar entre los primeros
y seguir haciendo podios. Aunque nuestro objetivo es algo más, ya que hay
muchos inscritos que no desean competir y los intentamos formar como
triatletas.
—¿Es bueno esa
competitividad en un niño?
—No es bueno inculcar a
un niño la competitividad por encima de todo, pero, sí les enseñamos a que se
puede ganar y se puede perder, es decir, enseñar que no siempre se puede ganar,
quitarles la soberbia e inculcarles una serie de valores que, si se saben
transmitir, son positivos. La competición es positiva siempre que el objetivo
no sea ganar. Hay que tener los pies en la tierra.
—¿Tiene algún alumno
favorito o a quien le vea más futuro en esto?
—Hay una hornada de
chavales que los pillé cuando empezaban y que siguen hoy en día como Ana Rubio,
Lourdes Novella, Jesús Jiménez, Álvaro Torres, Lidia Cubas…a quienes entrené en
sus inicios y por los que siento una especial predilección. Es la hornada con
la que empecé, pero también entrené a Calvo o Manolo Novella que ahora estudia
en Noruega, que son los más mayores y que están muy fuertes porque están
haciendo deporte desde pequeños…
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