Este sitio web utiliza cookies, además de servir para obtener datos estadísticos de la navegación de sus
usuarios y mejorar su experiencia de como usuario. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su
uso.
Puedes cambiar la configuración u obtener más información en nuestra política de cookies pulsando aquí.
Se vive en la
actualidad un momento que marcará a una generación entera. Que se recordará
décadas, que se contará de abuelos a nietos, si es que esa comunicación
familiar sigue celebrándose de alguna forma. El hecho es que el mundo (porque
esta vez es el mundo entero) está experimentando una revolución que muchos no
habíamos vivido nunca. Y la política debe servir para adaptar a la
administración y crear oportunidades. A nivel local también. Alberic siempre ha
demostrado que cuenta con el tejido comercial y empresarial suficiente como
para responder a las necesidades de la población. Sin embargo, cierto
movimiento cultural provocó que muchas personas optaran por los grandes centros
comerciales de las grandes urbes. Es momento de volver a los orígenes, de apostar
por lo nuestro, de disfrutar del trato cercano y el producto de calidad. De
demostrar el amor por nuestro pueblo. De apostar por el gran centro comercial
al aire libre que es Alberic. Optar por el comercio de proximidad no es un
brindis al sol. Lo sería si los comercios de nuestro municipio no ofreciesen
primeras calidades, productos exclusivos o tratos distinguidos. Pero Alberic
disfruta de una gastronomía sin igual (con panquemados que son venerados y
conocidos a muchos kilómetros de distancia), una empresas de gran calado en
varios frentes y una ciudadanía al cargo caracterizada por su amabilidad,
empatía y profesionalidad.
El ayuntamiento que tengo la suerte
de dirigir va a estar siempre al lado de los comercios y empresas locales y va
a trabajar para que la ciudadanía entienda, interiorice y propague que apostar
por lo local es potenciar que se creen puestos de trabajo en la más cercana
instancia. Y por lo tanto que tenga un impacto directo sobre nuestras familias.
Comprar el pan en los hornos, adquirir un sofá en nuestras empresas, apostar
por una joyería local o disfrutar de un libro conseguido en nuestras librerías
es hacer más grande Alberic. La transformación por la pandemia es imparable.
Aprovechémosla para volver a los orígenes y apostar firmemente por nuestra
localidad.