María José Gimeno. 25 de noviembre. Momento
idóneo para hablar de la violencia de género y de las formas de
erradicar este problema social y político, que nos atañe a toda la
población.
Desde las administraciones
y los medios de comunicación debemos romper con todo lo que hace
invisible la violencia machista. No se trata de una guerra de sexos,
sino de buscar solución a un conflicto que se está cobrando las
vidas de muchas mujeres en el mundo.
Sí. Lo digo alto y claro.
Estoy harta de ver como semana tras semana, mujeres son asesinadas
por su parejas, ex parejas o por alguien que no entendió que un NO
es NO.
Como mujer y periodista,
entiendo que desde los medios de comunicación tenemos gran
responsabilidad a la hora elaborar las noticias de violencia
machista: los temas que incluimos, la prioridad que damos a las
informaciones, el tratamiento, las imágenes que seleccionamos o la
utilización del lenguaje no sexista…
La sociedad está
impregnada de una cultura machista. Y los medios de comunicación la
hemos reproducido con un discurso que ha potenciado el
patriarcado, los estereotipos y los roles no igualitarios. Pero,
también tenemos la capacidad de construir una realidad más justa,
que incorpore esa perspectiva de género tan necesaria.
Por eso debemos eliminar
prejuicios de género y contenidos estereotipados y cambiar las
fórmulas rutinarias que inciden, en el peor de los casos, en la
culpabilización de las mujeres y la justificación de los agresores.
Y, a menudo, en la simplificación del complejo círculo de la
violencia de género, en los cuales intervienen elementos de una
cultura patriarcal que ha sido normalizada.
Con las reivindicaciones
feministas hemos conseguido nuevos derechos y reconocimientos. Pero,
por otro lado, los discursos de muchos medios y también
resoluciones judiciales, como en el de caso de La Manada o e Nagore
Laffage, asesinada durante los festejos de San Fermín, continúan
poniendo freno a esas libertades y alimentando el patriarcado.
Creo que debe haber un
cambio legislativo y de perspectiva mediática para que se produzca
también ese cambio en la sociedad. Una sociedad sin violencia para
nuestras hijas, hermanas, amigas, mujeres del mundo en general y
también para los hombres. Porque, amigas… en ese saco estamos todo
el mundo.
El Pacto Valenciano contra
la Violencia de Género y Machista ya equipara a las víctimas de
violencia machista con las víctimas de terrorismo. No es para menos
si vemos las cifras de mujeres asesinadas.
Es vital que los
profesionales de los medios nos formemos en temas de violencia de
género, de la misma forma que deben recibir formación el sistema
judicial que trata y juzga estos casos. Casos que nos son aislados,
son fruto del patriarcado.
Es hora de actuar. Ni
un solo asesinato machista más. Violencia cero… No quiero sentirme
valiente cuando vaya sola por una calle. Solo quiero sentirme libre.
Ni una menos.
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