Guillermo Sampedro. / EPDA Desde hace dos años, la concejalÃa de Juventud e Infancia de Sagunto ha puesto en marcha, pese a las circunstancias, un proyecto que se ha vuelto indispensable para las familias. Se trata de la Escola d’Estiu, que este año cumple su 28 edición. Ya el año pasado, pandemias mediante, fuimos de los poquÃsimos ayuntamientos que lanzó esta iniciativa. Con muchas dudas, sÃ, pero siempre garantizando los protocolos y generando espacios muy seguros y controlados. Ahora, en este segundo año COVID, lo hemos vuelto a hacer. Hemos sido valientes y hemos lanzado una actividad básica para las casi 500 familias usuarias de la escoleta con la que pretendemos facilitar la conciliación familiar a padres y madres.
Además, apostando por una Escola d’Estiu inclusiva e integradora, en la que los niños y niñas se divierten, pero también aprenden, con un proyecto ecológico y sostenible pero que también educa en valores igualitarios, ambientales y de solidaridad.
Somos conscientes de que herramientas como esta, o como el Campus DelfÃn de Deportes, son fundamentales para hacer la vida más fácil a las familias. Por ello, es nuestra obligación activar este servicio tan necesario para compaginar familia y trabajo. Lo hacemos, además, con una metodologÃa de enseñar aprendiendo a través de tres pilares básicos. El primero, el de convertirnos en una escoleta integradora e inclusiva, interviniendo con menores con necesidades educativas especiales y contando con la colaboración de AVAPACE, una asociación que lleva más de 50 años trabajando en la atención a personas con diversidad funcional.
El segundo pilar, un proyecto de ocio educativo con perspectiva de género, una acción coeducativa con una mirada crÃtica y positiva. Pero también, en tercer lugar, ecológico y sostenible, que educa en valores de responsabilidad hacia el medio ambiente.
Al final, por tanto, un proyecto clave para la concejalÃa de Juventud e Infancia, que da servicio a casi medio millar de niños y niñas (y a sus familias), que emplea a cien personas (entre monitores y personal en prácticas) y que sirve para llenar las mentes de nuestros hijos de viajes, aventuras, paisajes, aprendizajes, emociones y vivencias.
Gracias a las familias por seguir confiando, un año más, en la Escola d’Estiu, y a las técnicos y monitoras del departamento de Juventud por hacerla posible.
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