Héctor González¿La habilidad para ejercer de padre o madre es innata o adquirida? Si nos atenemos a la práctica, parece más claro lo segundo. No sé cuántas veces he escuchado frases como "los niños no nacen con un manual de instrucciones debajo del brazo", "nadie te enseña a ser madre" o, por el contrario, "tiene instinto maternal" (o paternal)". Instinto, por cierto, no destaca como vocablo sinónimo de formación, pericia o habilidad. Más bien como capacidad innata.
En cualquier caso, cada día una familia se plantea incontables incertezas. Cada paso que da su vástago siembra y alimenta la incertidumbre. "¿Lo estaré educando correctamente?", es una pregunta recurrente que nos hacemos los padres, sobre todo cuando observamos algún detalle que no nos convence o alguien nos llama la atención sobre un comportamiento. Dudas y más dudas.
Las Escuelas de Madres y Padres del Ayuntamiento de Valencia tratan de aportar alguna certeza. Más bien, por lo experimentado en la práctica de las nueve sesiones de hora y media cada una desarrolladas en 25 colegios de la ciudad este año, de aconsejar, sugerir, comparar. Sí, comparar, algo tan innecesario como inevitable a veces. Porque en bastantes ocasiones las sesiones derivan en una suerte de terapia de progenitores, donde se comparten desvelos, recetas prácticas para reconducir acciones infantiles, preocupaciones para unos y actuaciones normales para otros, y un sinfín de cuestiones que van saliendo. O, simplemente, sirven de desahogo.
Profesionales contratadas por el Ayuntamiento, sobre todo psicólogas, imparten o coordinan estas sesiones en las que existe mucho intercambio de opiniones y un compendio de teoría. ¿Es aplicable siempre esa teoría? Al final, como conclusión de estas sesiones, nos quedamos con que cada caso resulta diferente y con que cada familia aplica unos métodos en función de las circunstancias.
No obstante, siempre resultan útiles y prácticos los consejos. Y también llama la atención cómo se ha multiplicado por cinco el número de centros interesados en recibir estas clases. Alrededor de 670 padres, madres e incluso abuelos y abuelas se han apuntado este curso a las sesiones. Y el pasado jueves 6 recibió cada uno su diploma acreditativo. Un detalle, aunque, para las familias, la principal motivación consiste en tratar de ser los mejores padres y madres posibles. Todo un reto.
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